La marihuana prensada, también conocida como «paraguayo» o «ladrillo», es una forma compacta y comúnmente disponible de cannabis, que se caracteriza por su bajo costo y accesibilidad.
Aunque es popular en algunos mercados, la marihuana prensada se asocia a menudo con una calidad inferior y ciertos riesgos para la salud, debido a sus métodos de producción y conservación. Por eso entender estos aspectos te ayudará a decidir si este tipo de cannabis es adecuado para ti o si es mejor considerar otras alternativas.
Cigarrillo prensado: riesgos y realidades de la marihuana adulterada
El cigarrillo prensado, también conocido como «porro» o «prensado paraguayo,» es un tipo de marihuana modificada que se caracteriza por su bajo costo y distribución ilegal. A diferencia de la marihuana en su forma natural, que puede consumirse en infusiones, cremas, o productos comestibles, el prensado se limita al consumo mediante fumar.
Este tipo de cannabis es famoso por su accesibilidad económica, pero también por contener diversas sustancias adulterantes que afectan su pureza y pueden ser perjudiciales para la salud. A continuación, exploramos las características, métodos de adulteración y riesgos asociados al cigarrillo prensado.
Origen y adulteración del prensado de flores
El porro prensado proviene principalmente de otros países, especialmente Paraguay, y está diseñado para pasar desapercibido en los controles fronterizos. Para ello, los traficantes lo adulteran con diversas sustancias en cada etapa del transporte, y al llegar a su destino final en países como Chile, el prensado puede estar compuesto de elementos ajenos a la marihuana.
Estos aditivos incluyen hidrocarburos derivados del petróleo que aumentan la potencia psicoactiva del producto, pero también elevan significativamente los riesgos para la salud de quienes lo consumen.
Componentes tóxicos en el prensado de cogollo marihuanas
Una de las mayores preocupaciones sobre el cigarrillo prensado es la lista de aditivos tóxicos que puede contener. Al ser distribuido clandestinamente y a bajo costo, el prensado suele incluir desde alquitrán (similar al de los cigarrillos comerciales) hasta componentes como amoníaco, petróleo, betún, e incluso sustancias como cocaína o pasta base en algunos casos.
Otros ingredientes pueden incluir excremento humano o animal, restos de alimentos para perros, y material vegetal irrelevante, como pasto, impregnado con químicos peligrosos. Esto provoca que el prensado esté muy alejado de la marihuana en su estado natural.
Falta de control sobre los componentes del porro prensado
Para los usuarios, una de las mayores desventajas del prensado es la falta de conocimiento sobre lo que están consumiendo. A diferencia de la marihuana cultivada y procesada en condiciones controladas, donde los consumidores saben exactamente qué cannabinoides y terpenos están presentes, en el caso del prensado los componentes son inciertos.
Esto genera un riesgo adicional, ya que muchas de estas sustancias son tóxicas y no guardan relación con los compuestos naturales de la marihuana, como el THC y el CBD, que producen los efectos deseados de forma segura.
Riesgos para la salud del prensado de flores
Los consumidores de cigarrillo prensado están expuestos a riesgos severos para la salud debido a los aditivos nocivos que contiene. Los efectos de estos ingredientes tóxicos pueden incluir:
- Problemas respiratorios por el alquitrán y otros derivados del petróleo.
- Reacciones alérgicas e intoxicaciones debido a sustancias químicas.
- Daños neurológicos y dependencia por la inclusión de drogas como cocaína o pasta base en algunos casos.
Alternativas más seguras para el consumo de cannabis
Para aquellos que buscan consumir cannabis de manera segura, optar por marihuana natural y en su forma pura ofrece un control mucho mayor sobre los componentes ingeridos y elimina el riesgo de exposición a sustancias peligrosas. Además, muchos países cuentan con mercados legales o regulados de cannabis, donde los consumidores pueden acceder a productos probados y etiquetados para asegurar su calidad y seguridad.
Daños corporales y psicológicos del cogollo marihuanas prensado
El consumo de marihuana prensada representa graves riesgos tanto para el cuerpo como para la mente. Una de las características más alarmantes de esta forma de cannabis es su alto potencial adictivo debido a los compuestos tóxicos que contiene.
Según expertos en ciencias farmacéuticas y psiquiatría, la marihuana prensada no solo afecta la salud mental, sino que puede ser extremadamente dañina para varios sistemas del cuerpo. A continuación, exploramos los efectos en el cuerpo y la mente, y cómo estos aditivos afectan a quienes consumen esta marihuana adulterada.
Irritación y carcinogenicidad
La combustión de marihuana prensada produce una serie de químicos irritantes y potencialmente cancerígenos que afectan las vías respiratorias y los pulmones. El doctor León Goity, experto en Ciencias Farmacéuticas, advierte que cualquier producto de combustión puede ser irritante y hasta cancerígeno, pero al contener elementos como petróleo y alquitrán, el prensado libera compuestos derivados del benceno, altamente tóxicos y perjudiciales para el sistema respiratorio.
Estos compuestos también se encuentran en los cigarrillos comerciales, aunque en menores dosis, lo que prolonga los efectos nocivos a largo plazo.
Compuestos tóxicos y dosis incierta
Algunos componentes en la marihuana prensada son similares a los del tabaco, como alquitrán, amoníaco y tolueno. Sin embargo, la cantidad y tipo de tóxicos en el prensado suelen ser desconocidos, lo cual genera una gran incertidumbre sobre su seguridad.
Esta falta de claridad en los ingredientes y las dosis que se fuman aumenta significativamente los riesgos para la salud de los consumidores, quienes inhalan sustancias que van más allá de los compuestos naturales de la marihuana.
Daño neurodegenerativo y adicción
El efecto adictivo de la marihuana prensada se debe en gran medida a los compuestos depresores del sistema nervioso central. Estos efectos se ven potenciados por el uso de volátiles como el neopreno y el petróleo, que dañan gravemente el sistema nervioso y pueden provocar neurodegeneración.
En el caso del neopreno que contiene tolueno, su combustión produce efectos tóxicos acumulativos que también dañan órganos vitales como el hígado y el corazón.
Problemas cognitivos y deterioro mental
Además de los efectos físicos, el consumo prolongado de marihuana prensada también puede afectar gravemente la función cerebral. Según Christian Arévalo, médico psiquiatra, la toxicidad cerebral provocada por solventes y pegamentos puede generar deterioro cognitivo en áreas como la memoria, atención y concentración. Este tipo de daño es particularmente perjudicial, ya que puede tener consecuencias a largo plazo en las capacidades mentales del consumidor.
Riesgos respiratorios y cáncer pulmonar
El alquitrán presente en la marihuana prensada tiene un efecto directo en el sistema respiratorio y está vinculado a un mayor riesgo de cáncer de pulmón. El consumo constante de este tipo de cannabis afecta las vías respiratorias al exponerlas a carcinógenos y otros químicos que dañan el tejido pulmonar y aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedades respiratorias graves.
Efectos psicológicos y riesgos en adolescentes
El doctor Arévalo advierte sobre los efectos negativos de la marihuana prensada en la salud mental, especialmente cuando se consume durante la adolescencia. Los adolescentes son particularmente vulnerables a los efectos de las drogas, ya que sus cerebros aún se encuentran en una fase de desarrollo crítico.
La exposición temprana al cannabis, especialmente al prensado, puede desencadenar trastornos mentales en personas predispuestas y aumentar el riesgo de desarrollar adicciones a la marihuana y otras drogas debido a la sensibilización de los circuitos cerebrales de recompensa.
Mayor riesgo de adicciones futuras al consumir prensado droga
El consumo precoz de sustancias psicoactivas como la marihuana prensada, según expertos, predispone a los adolescentes a una mayor vulnerabilidad a adicciones en la adultez. Esto se debe a que los jóvenes son más sensibles a los efectos psicoactivos en su cerebro en desarrollo, lo que fortalece el riesgo de desarrollar patrones adictivos.
