En el mundo de la iluminación para el cultivo de plantas, hay dos opciones que son populares con respecto a la luz para cannabis, pero tienen diferencias significativas que pueden influir en tu decisión. Las bombillas de sodio de alta presión (HPS) y las bombillas fluorescentes compactas (CFL) tienen características únicas que afectan la calidad del crecimiento de tus plantas, el consumo de energía y otros aspectos importantes.

En esta guía, exploraremos a fondo las principales diferencias entre las bombillas HPS y las CFL, para que puedas tomar una decisión informada sobre cuál es la más adecuada para tus necesidades de cultivo.

¿Qué es una lampara hps?

Las lámparas HPS son una opción popular en el mundo de la horticultura debido a su capacidad para proporcionar una luz amarillo-naranja que es especialmente beneficiosa durante la fase de floración o fructificación de las plantas.

Estas lámparas, cuyo desarrollo se remonta a los años 30 del siglo pasado, han experimentado avances significativos en su tecnología a lo largo del tiempo. Fabricadas por empresas como Philips y Osram, las lámparas HPS de alta presión ofrecen un espectro rojo intenso, ideal para estimular el crecimiento durante la etapa de floración de las plantas.

Aunque en algunos lugares su uso se ha visto reducido debido a su tono de luz menos agradable para el ojo humano, las lámparas HPS siguen siendo ampliamente utilizadas en la horticultura, especialmente en regiones con poca luminosidad natural, como los países del norte de Europa.

¿Por qué la hps light es tan popular?

En comparación con otras opciones de iluminación, como las lámparas LED, las bombilla hps siguen siendo una elección popular, particularmente por su rendimiento durante la fase de floración.

Disponibles en diferentes potencias, desde 250 W hasta 1000 W, estas lámparas son ideales para todo el ciclo de crecimiento y floración de las plantas, dependiendo de las necesidades específicas de tu cultivo.

Para maximizar su rendimiento, se recomienda cambiar las lampara hps aproximadamente una vez al año o después de completar 4 ciclos de cultivo completos. En resumen, las lámparas HPS continúan siendo una opción confiable y efectiva para los horticultores que buscan resultados óptimos en el desarrollo de sus plantas.

¿Qué son las lampara CFL?

Si estás buscando información sobre las lampara cfl (Compact Fluorescent Light) y su relevancia en el cultivo de plantas, ¡has llegado al lugar adecuado! Una bombilla cfl es una opción popular para la iluminación en interiores, conocida por su eficiencia energética y su capacidad para proporcionar luz de calidad a un costo accesible.

Estas bombillas, derivadas de la tecnología de los tubos fluorescentes industriales, se caracterizan por su tamaño compacto y su capacidad para producir luz a través de un proceso de plegado o enrollado del material. Con un diseño que incluye un casquillo para la transmisión de corriente eléctrica y un balastro electrónico incorporado, las lámparas CFL ofrecen numerosas ventajas, como bajo consumo de energía y generación mínima de calor.

El desarrollo de las lámparas CFL tiene sus raíces en el trabajo pionero de ingenieros como Peter Cooper Hewitt, quien inventó la lámpara de mercurio de baja presión. A lo largo del tiempo, avances tecnológicos liderados por figuras como Hans Spanner, Friedrich Meyer y Edmund Germer han mejorado la eficiencia y la calidad de estas bombillas.

¿Por qué la gente busca tanto la bombilla cfl?

En el contexto del cultivo de plantas, especialmente en el cultivo de plántulas y esquejes, las lámparas CFL son una opción popular debido a su bajo consumo de energía y su precio asequible. Además, su capacidad para generar poco calor las hace ideales para espacios de cultivo pequeños.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las lámparas CFL pueden tener algunos inconvenientes, como rendimientos de cosecha relativamente bajos y una intensidad lumínica que disminuye con la distancia. Para maximizar su eficacia, es necesario adaptar las condiciones del cultivo, como la distancia de las plantas a la bombilla y el nivel de riego.

En el mercado, encontrarás una variedad de modelos de lamparas cfl disponibles en diferentes potencias, desde 25 W hasta 300 W, con opciones específicas para el crecimiento y la floración de las plantas. Se recomienda cambiar las bombillas CFL después de aproximadamente 18,000 horas de uso para mantener su eficacia.

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