Una persona solidaria es quien se solidariza con otras personas y con sus causas e intereses. El cannabis y sus usuarios son solidarios por naturaleza. Compartimos nuestras experiencias, nos ayudamos entre cultivadores cuando alguno tiene una duda o problema, nos prestamos sustrato, macetas y regalamos clones siempre que podemos. Porque sabemos que el arte de cultivar para consumo personal viene de la mano del amor por la planta, la salud y el bienestar.
La nueva regulación argentina legaliza el auto-cultivo personal y solidario, pero: que quiere decir esto?
Si una persona necesita de los beneficios del cannabis, un cultivador autorizado con permiso podría cultivar con la intención de ayudar a esa otra persona que por algún motivo no pueda cultivar en su hogar. Puede ser falta de espacio, de conocimiento o de recursos.
Ya existen varios cultivadores que regalan aceites o ayudan a otros a cultivar sin ningún interés económico. Esta ley permite reconocer a estos cultivadores y regular sus cultivos.
Los cultivadores solidarios también pueden ser cooperadoras que provean de productos cannabicos medicinales a quienes no pueden obtenerlos por otros medios.
Es importante destacar que estos cultivadores solidarios solamente podrán proveer y ayudar a los pacientes autorizados que por algún motivo no puedan cultivar por ellos mismos. Los cultivadores solidarios estarán autorizados solamente cuando se trate de fines terapéuticos y medicinales, ya que la nueva regulación aun no abarca el auto-cultivos y consumo con fines recreacionales.