La definición técnica de germinación es: «El desarrollo de una planta a partir de una semilla después de un período de latencia».

Una vez que están completamente formadas, las semillas se vuelven inactivas, lo que significa que no hay actividad biológica, y esperan las condiciones adecuadas para comenzar a crecer nuevamente. Cuando se almacenan adecuadamente, las semillas pueden durar hasta un año y aun así producir una planta viable.

Pero una vez que están inactivas, ¿cómo se vuelven a activar para que crezca una planta? 

Las semillas latentes reaccionan al calor y la humedad, las dos cosas que más necesita una planta para crecer. Las semillas no conocen la diferencia entre el calor y la luz del sol. Cuando el ambiente se calienta lo suficiente, «asumen» que hay luz suficiente para crecer. Luego comienzan a “buscar” humedad. Si hay suficiente de ambos, se despertarán y comenzarán a crecer.

Solo una vez que han brotado en una plántula (el final de la etapa de germinación) necesitan luz real para seguir creciendo.

Simpleza: La forma de germinación más utilizada es también la más simple: colocar las semillas de marihuana en un vaso de agua durante 24 horas o hasta que de la semilla, brote una raíz principal. La variante de esta técnica es la de colocar las semillas de cannabis entre capas de toallas de papel húmedas.

La regla de las 32 horas: Las semillas, como los humanos, pueden ahogarse si reciben demasiada agua, así que no las dejes en remojo durante más de 32 horas. Vigilar de cerca las semillas y retirarlas del agua cuando comiencen a brotar una raíz principal. Si no se ve una raíz principal después de 24 horas, es posible que la semilla no sea viable.

Agua: Utilizar agua de la canilla está bien, pero el agua destilada es mejor. El agua de la canilla contiene sustancias químicas como calcio, sodio, fluoruro y cloro. En cantidades lo suficientemente grandes, esos químicos pueden dañar las pequeñas y frágiles semillas y, de hecho, evitar la germinación.

El pH importa: El pH (o potencial de hidrógeno) es una escala numérica utilizada para especificar la acidez o alcalinidad de un líquido. Es vital verificar el pH del agua que le damos a las plantas de cannabis cuando brotan, porque necesitan un medio ligeramente ácido para digerir y descomponer todos los nutrientes orgánicos que les vamos a dar.

El agua destilada ya es neutra (pH de 7,0), pero puede absorber dióxido de carbono de la atmósfera y volverse ligeramente ácida (pH de 5,8). Se pueden agregar productos reguladores de pH para mantener el agua dentro de un rango de pH óptimo de 6.0 a 7.0.

Etiquetar es preventivo: Si solo estás cultivando una variedad de marihuana, no es necesario etiquetar las semillas. Pero si estás cultivando diferentes cepas, es esencial hacer un seguimiento de qué semillas son cuáles.

La forma más fácil de hacer esto es escribir la cepa en un trozo de cinta adhesiva y pegarla en el vaso en el que estás remojando las semillas. 

Machos prohibidos: Solo la planta hembra produce los cogollos ricos en tricomas que se pueden cosechar para fumar, vapear, e ingerir. 

La planta de marihuana macho puede ser perjudicial para la cosecha de cannabis, porque puede polinizar las plantas hembras. Cuando las plantas de marihuana hembra son polinizadas, comienzan a usar su energía para producir semillas y dejan de usar su energía para alimentar los cogollos que todos conocemos y queremos.

Ojo con la raíz: La raíz pivotante de una semilla de cannabis germinada es muy frágil, por eso lo mejor es no tocarla y tratar las semillas con mucho cuidado cuando se transfieran del recipiente de remojo al medio de cultivo (es decir, la tierra). Un par de pinzas pueden ser de gran ayuda para agarrar las semillas sin entrar en contacto con la raíz principal.

Por último, uno de los mejores consejos a la hora de germinar y cultivar es anotar todo en un diario o agenda, Es clave saber que dia pusimos las semillas a germinar para evitar romper la regla de las 32hs, y saber que dia empezo la epoca de floración para prestar atención a los sexos de la planta y evitar una polinización no deseada. Al seguir estos tips, la germinación debería desarrollarse de manera exitosa.