Hay dos formas de reproducir el cannabis. Podemos utilizar semillas, comprarlas, asegurarnos que son feminizadas, germinarlas y cultivarlas. También se pueden reproducir las semillas a través de la polinización, pero eso es otro mundo. O podemos clonar nuestras plantas de cannabis. La clonación también es conocida como reproducción asexual. Un clon es un corte que es genéticamente idéntico a la planta de la que se extrajo, conocida como la madre.
Mediante la clonación, se puede crear un nuevo cultivo con réplicas exactas de las plantas que ya cultivaste. Ya que la genética es idéntica, un clon nos va a dar una planta con las mismas características que la madre, mismos fenotipos, mismo sabor, perfil de cannabinoides, rendimiento, etc. Entonces, si cultivamos una variedad o genotipo que noes encanta lo mejor es clonar.
Para hacer un clones vas a necesitar: una planta madre, una navaja, tijera o cúter (importantísimo que están desinfectados con alcohol), algún gel o polvo para clonar, una iluminación adecuada de bajo voltaje o alguna lampara especial para clones, y una estructura o mini-invernadero para guardar los esquejes hasta que estén listos para transplantar.
Lo ideal es clonar una planta que esté madura, esto quiere decir que tenga más ramas que las que salen solo del tallo. Intentá cortar una rama que salga de otra rama, evitá las del tallo. Para que el esqueje pueda crecer siempre va a necesitar como mínimo tener dos nodos, un par de hojas y una punta principal o auxiliares para poder desarrollarse. La planta madre se tiene que regar al menos un día antes de sacar los esquejes para que no se estrese.
Los esquejes son super sensibles a las bacterias por eso desinfectá muy bien tu elemento cortante. El corte del esqueje se puede hacer de dos maneras, corte recto o corte en 45º. En cuanto tengas el esqueje, ponelo en un vaso con agua para evitar que entren burbujas de aire en el tallo. Si en la parte inferior del esqueje hay hojas grandes o en forma de abanico, córtalas así le energía de la planta se concentra a full en las raíces.
Las hormonas de enraizamiento son nuestro gran aliado a la hora de hacer esquejes y son imprescindibles, vienen en gel o en polvo y su aplicación es muy fácil: mojas un pincel en el producto y lo pasas por el tallo del esqueje.
Vas a necesitar una bandeja para clones y cada una tiene sus propias instrucciones. Colocá el clon en la base humedecida, puede ser turba o lo que vos prefieras.
Animemosnos a jugar y aprender haciendo, no hay mejor enseñanza que los errores que podemos cometer en nuestros propios experimentos y compartamos la información que nos parece valiosa para crecer como comunidad y mejorar nuestras técnicas de cultivo.
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