¿Cómo hacer cruces de marihuana?

Hay muchos que no creían que hacer cruces de marihuana era posible, que era tan solo una teoría o simple rumor, pero en realidad si se puede. El tema de esta cuestión es que se debe hacer en una situación específica, en el momento perfecto para que todo salga bien y tus plantas prosperen.

Cuando las plantas están en plena floración pero aún queda más de un mes por delante para la cosecha en las variedades más tempranas, es el momento perfecto si es que te encuentras con un macho o conoces a quien te pueda regalar un poco de polen. 

Los híbridos, fruto del cruce entre dos variedades de cannabis, son nuevas cepas con cualidades únicas, trayendo al bello mundo del cannabis nuevos sabores, diferentes efectos y morfologías distintas. Lo mejor de ellos es que el producto final puede ser diverso y un descubrimiento exquisito para el paladar. 

Los híbridos modernos son producto de un duro y largo proceso de crianza y selección, que se hacen con el objetivo de crear una variedad nueva que además muestre unos rasgos diferentes o mejorados. Es decir, que son creados con una única intención: mejorar e incrementar aquellas cualidades que apreciamos del cannabis, ya sea su sabor, efecto, duración, adaptabilidad al medio, ciclo de vida, u otros.

Es usual que los cultivadores busquen sólo hembras para asegurarse un cultivo sin semillas, porque la presencia de cualquier macho en el cultivo o cerca, hace que la contaminación de polen fecunde todas o alguna de las flores de las hembras y se terminan encontrando con un regalo no demasiado satisfactorio: con semillas en los cogollos. 

Fumar flores con semillas no es agradable. Son fáciles de quitar de los cogollos si se ven, pero, en el caso contrario, puede pasar que al triturar la hierba con el grinder el resultado sea realmente asqueroso: la cáscara de las semillas deja un sabor horrible y se termina estropeando lo que puede ser un cogollo delicioso.

Como primer paso para evitar este tipo de situaciones, es importante detectar los machos a tiempo y eliminarlos, salvo que quieran conseguir voluntariamente algunas semillas para próximos cultivos. Para eso, les contamos a continuación cómo hacerlo sin sufrir en el intento. 

La preparación para hacer los cruces de marihuana

En primer lugar y una vez contés con al menos una planta de cada sexo, deberás aislar al macho. Las flores de las plantas macho se desarrollan de forma rápida y en pocos días abren y sueltan todo el polen, cuestión que se debe evitar. Para conseguir unas pocas semillas es suficiente con polinizar sólo uno o dos cogollos. 

Seleccioná el mejor macho para empezar. Estos, generalmente, son más rápidos en entrar en floración que las hembras y en mostrar las preflores, porque buscarán garantizar que cuando las flores estén maduras y abran sus sépalos, liberando el polen contenido en los estambres, las flores de las hembras estén el plena floración y la cantidad de cálices sea alta. 

De forma natural ésto sucede a partir de la tercera o cuarta semana de floración de las hembras, pero como hay que evitar que el macho expanda el polen por todo el jardín, sugerimos meterlo a un espacio cerrado, ya sea tu casa u otro lugar, tras una ventana y sin demasiada ventilación. En este momento no importará demasiado si la iluminación no es la adecuada, porque las flores continuarán su desarrollo y tan pronto recolectes un poco de polen, te podés despedir del macho y cortarlo, meterlo en una bolsa de plástico bien cerrada y tirarlo al contenedor.

Durante el proceso puede ocurrir que el macho esté avanzando más que las hembras, y que estas no hayan llegado aún a las 3 o 4 semanas de floración y no tengan aún cogollos de buen tamaño. Entonces, la solución puede ser podar un poco el macho, quitando las flores más avanzadas y a punto de abrir, dejando siempre algunas con un desarrollo intermedio. 

¡A comenzar!

Podés conservar el polen unos 3-4 días desde que se extrae de las flores macho antes de que comience a perder fertilidad. También las podés congelar, y una ventaja de hacerlo 

es que durará un poco más de tiempo y con descongelarlo a temperatura ambiente es suficiente para que sea totalmente viable para hacer cruces de marihuana. 

Recoger el polen es, dentro de todo, una tarea fácil: en cuanto veas alguna flora abierta, poné debajo un botecito y golpéala un poco para que suelte un polvillo de color amarillo. Otra opción es coger unas cuantas flores sin abrir y dejarlas en un sitio seco, en unas 24-48 horas habrán abierto y podrás sacarles el polen con unos golpecitos. 

Lo genial de esta parte del proceso, es que existen varios sistemas para polinizar, todos por igual muy efectivos, por lo que te recomendamos que escojas el que consideres más cómodo. A continuación te contamos un poco de alguno de ellos: 

Pincel: se recoge el polen en bote, si es posible se cubre toda la planta con un saco de plástico dejando una rama inferior que será la que usarás y con cuidado, embadurnas el pincel en el polen y posteriormente lo pasás y sacudís por el cogollo.

Spray: el polen que hemos recogido, lo mezclamos con agua destilada y lo metemos en un pequeño spray. Como con lo anterior, cubrimos la planta dejando una rama fuera y la pulverizamos hasta empapar todo el cogollo.

Bolsa: metemos el polen en una bolsa, lo mejor en este caso sería usar una ZIP por la facilidad para cerrar, y con cuidado metés un cogollo de la planta dentro de la bolsa, la cerrás ciñéndola a la rama y la movés ligeramente para que el polen impregne el cogollo.

Polinización natural: es importante que al principio contés con algunos esquejes tardíos de hembra de pequeño tamaño, unos 30-40 cm, y los polinices enteros. Para eso los dejas  unos días dentro de casa y pegados el macho, para que la naturaleza haga su trabajo.

Si tienes que tapar la planta, hacelo en las horas frescas del día, pues deberás dejarlas tapadas unas horas antes de finalmente darle una ducha con un spray de agua al cogollo polinizado para eliminar los restos de polen. Recordá, además, de identificar el cogollo con una etiqueta o lo que se te ocurra para no confundirlo.

¿Cómo saber si hubo éxito tras hacer el cruce de marihuana?

No tardarás en ver que los estigmas, pistilos o pelitos blancos, como prefieras llamarlos, se comenzarán a marchitar y secar. Empezarán a pasar del color blanco tan característico que todos conocen, que se ve con una floración avanzada. Sin duda este es el signo inequívoco de que has tenido éxito. 

A partir de aquí los cálices comenzarán a desarrollar las semillas en su interior. Éstos comienzan a engordar mostrando una franja a lo largo y en su lado superior, que se abrirá dejando ver la semilla en cuanto ésta alcance ya su tamaño final.

Las semillas necesitan, aproximadamente, unas seis o siete semanas para terminar de formarse correctamente. Cuando se habla de las necesidades nutricionales de una planta que está destinada a semillas, es algo distinta a la de una planta que está destinada a cogollos: por un lado, las semillas requieren cantidades altas de nitrógeno; por otro, los cogollos requieren fósforo y potasio. 

En principio no tendrás problemas usando un abono de floración, aunque si es el caso de que polinizas una pequeña planta o esqueje entero sí que podrías tenerlo en cuenta para conseguir una mejor calidad.

A veces, cuando las semillas aún no se muestran del típico color oscuro, pero los cogollos ya están listos para cosechar, podés cortar la planta por zonas y dejar que la rama con el cogollo o cogollos polinizados una o dos semanas más. Eso sí, es importante que prestés especial atención a las lluvias y humedades excesivas que pueden haber. 

Ponés a secar normalmente los cogollos con semillas, aunque deberás poner algo debajo por si estas se desprendiesen durante el secado. Un consejo: usá una caja de cartón para esta tarea.

Finalmente hay que sacar las semillas de los cogollos, una tarea que podría llevar algo de tiempo. Las metés en una cajita y las conservás como cualquier otra semilla, en un sitio fresco y seco. 

Transcurridos cinco o seis meses, verás que estarán perfectas para germinar. Sin embargo, siempre es mejor darles un poco de curado. 

Con respecto a los restos del cogollo, cargados de resina, podrás ver que son perfectos para hacer una extracción en seco con un Hash Shaker o fumarlas tal cual están, teniendo sumo cuidado al moler porque podría haber quedado alguna semilla perdida.

Planta macho

¿Cómo se poliniza la marihuana?

Para polinizar la marihuana, necesitás tanto una planta hembra como una macho. La polinización consiste en fertilizar las flores femeninas para producir semillas. Es importante que si querés evitar que la planta hembra produzca semillas, eliminés las plantas macho del área de cultivo para evitar la polinización no deseada.

Para llevar a cabo la polinización, se deposita el polen de la planta macho en los cogollos de la planta hembra durante la etapa de floración. Lo recomendable es esperar hasta que la planta hembra tenga al menos 4-6 semanas de edad y esté en la etapa de floración antes de polinizarla para obtener los mejores resultados.

En Argentina, existen distintas variedades de marihuana con diferentes características genéticas, incluyendo híbridos creados a partir de la combinación de distintas variedades. Es importante que te informes sobre las características de cada variedad y elijas la mejor opción para el tipo de cultivo que deseás realizar. También es posible convertir una planta macho en una planta hembra mediante la aplicación de técnicas de cultivo específicas.

Como viste puede ser un proceso largo de llevar a cabo, pero el resultado final tiene sus beneficios para consumidores y cultivadores. Te animamos a que lo hagas, porque ¿Quién no ama experimentar en este bello arte de cultivar cannabis?  

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