Al igual que ocurre con los seres humanos, las plantas de marihuana también deben recibir una alimentación sana y variada para poder sobrevivir y desarrollarse de forma adecuada. Durante todo su desarrollo, la planta de marihuana va a necesitar nutrientes específicos que tengan el equilibrio justo. Si se produce un exceso o deficiencia de macronutrientes, las hojas de marihuana pueden mostrar manchas y ponerse amarillas.

Para identificar si a tu marihuana le falta o le sobra algún nutriente específico, presta atención a las hojas de marihuana. Las manchas en las hojas de marihuana, las hojas de marihuana secas y las hojas de cannabis amarillas pueden indicar una carencia de potasio en floración o un exceso de nitrógeno en las plantas.

La tabla de carencias y excesos puede ser una herramienta útil para entender las necesidades nutricionales de la marihuana. Si usas fertilizantes de forma excesiva, podrías dañar las raíces y afectar el crecimiento de la planta. Por lo tanto, es importante administrar los nutrientes en cantidades adecuadas y prestar atención a las señales que la planta te muestra.

Nitrógeno

El nitrógeno, un macronutriente móvil, desempeña un papel importante en la fotosíntesis y la formación de proteínas vegetales esenciales.

Cuando hay deficiencia podrás ver:

– Hojas inferiores que se vuelven amarillas y pierden brillo, 

– Amarillamiento que progresa hacia arriba, 

– Las hojas comienzan a caer, 

– Las plantas son más cortas y con hojas más pequeñas, 

– Hay floración prematura y con bajo rendimiento. 

Para poder remediar esto, la mayoría de los fertilizantes orgánicos contienen suficiente nitrógeno para corregir esta deficiencia, tales como harina de pescado, estiércol, alfalfa o harina de plumas. También es importante ajustar el pH en consecuencia, utilizar té de compost como pulverizador foliar para obtener una solución rápida y aumentar la cantidad de nitrógeno de tu abono con restos de comida, recortes frescos de la poda y recortes de hierba.

Si hay exceso sus síntomas serán: 

– Las hojas inferiores se vuelven de un color verde oscuro que se desplaza hacia arriba, 

– El follaje y los tallos se debilitan, 

– El sistema de transporte de agua/fluidos se debilita 

– La cosecha sabe a verde

Para prevenirlo es necesario que mantengas un pH óptimo (6,0-6,5), que utilices una mezcla de suelo rica en nutrientes, que fertilices para garantizar un medio rico en nutrientes en el futuro.

Fósforo

El fósforo es un macronutriente en la planta de marihuana y, como es un nutriente móvil, las plantas pueden dirigirlo a las zonas que más lo necesitan. Tiene un papel esencial en la fotosíntesis y la síntesis proteica, y es un componente fundamental del ADN. 

Si hay deficiencia de este nutriente los síntomas serán: 

– Hojas de color verde azulado, 

– Pecíolos (punto donde la hoja se une al tallo) que se vuelven de color púrpura, 

– Crecimiento vertical y lateral que se ralentiza, 

– Manchas muertas de color cobre oscuro o púrpura a negro en las hojas inferiores, 

– Hojas afectadas que desarrollan un color morado, metálico, bronceado y oscuro; y continúan curvándose, contorsionándose, marchitándose y cayendo

– Planta débil y susceptible a enfermedades y plagas

Soluciones a las deficiencias de este macronutriente podrán ser: ajustar el pH hacia el extremo superior del intervalo ideal, ya que la planta absorberá el fósforo con más facilidad, añadir humus de lombriz y harina de pescado al suelo, utilizar un fertilizante orgánico rico en fosfato. Riega solo cuando los primeros 3 cm del suelo estén secos, para evitar que el medio se vuelva  compacto y traslada tus plantas a una zona más cálida o coloca una lona para atrapar el calor. 

Un exceso verás lo siguiente:

La planta tendrá síntomas de deficiencias de micronutrientes de zinc y hierro, por un lado, y deficiencias de calcio y magnesio por otro. 

Con respecto al primero los signos serán: 

– Las hojas más nuevas desarrollan clorosis intervenal

– Las hojas crecen delgadas

– Las puntas y los márgenes de las hojas se queman

– Menos espacio intermodal y, por lo tanto, disminución de la cosecha.

En relación a lo segundo: 

– Las hojas inferiores se rizan

– Desarrollan manchas

– Las puntas de las raíces se ennegrecen

– Los cogollos secos tienen un sabor químico.

Para prevenir todos estos problemas lo ideal sería que sigas los siguientes consejos: 

– Utiliza un suelo rico en materia orgánica.

– Aumenta la absorción con un suelo bien aireado.

– Añade hongos micorrícicos al suelo para mejorar la absorción del fósforo. 

– Añade más estiércol a tu abono.

Potasio

El potasio es el tercer y último macronutriente, el que ayuda a regular la absorción de CO₂ y que desempeña un papel importante en la fotosíntesis. También colabora en la producción de ATP (la unidad de energía celular).

Su deficiencia se muestra como lo siguiente:

– Las hojas más viejas se vuelven pálidas y sufren clorosis

– Los márgenes y las puntas de las hojas adquieren un color oxidado y se queman

– Los tallos se pueden volver débiles, escuálidos y a veces frágiles

– La ramificación del tallo puede aumentar

– La floración se retrasa y disminuye

Para solucionar esta deficiencia, lo ideal es realizar un lavado del medio de cultivo, medir y ajustar el pH para corregir un posible bloqueo de nutrientes, añadir estiércol de pollo al suelo y utilizar algas orgánicas como pulverizador foliar.

Un exceso causa deficiencias de calcio, magnesio, zinc y hierro:

– Las hojas más nuevas desarrollan clorosis intervenal

– Las hojas crecen en láminas delgadas

– Las puntas y los márgenes de las hojas se queman

– Hay menos espacio intermodal

– Las hojas inferiores se rizan y desarrollan manchas

– Las puntas de las raíces se ennegrecen.

Lo mejor para evitar atravesar esto, es la prevención. Y para eso tendrás que tener cuidado con los fertilizantes ya que, si alimentas a tu planta muy a menudo, esta podría acumular demasiada sal e interrumpir la absorción de potasio. También deberás reforzar tu abono con cenizas de madera y harina de algas, y no riegues con demasiada frecuencia.

Las deficiencias y excesos se pueden prevenir. La cuestión es saber mirar y analizar cómo está tu planta, prevenir las deficiencias, tener a  mano las herramientas necesarias para solucionar cualquier cuestión que se presente y leer mucho sobre el tema. 

¿Por qué se ponen amarillas las hojas de marihuanas?

Las hojas de marihuana pueden ponerse amarillas por varias razones, pero una de las principales es una deficiencia de nutrientes, especialmente de nitrógeno, potasio o magnesio. También puede ser causado por un exceso de riego, enfermedades o plagas. Por lo tanto, es importante identificar la causa subyacente y tomar medidas para corregir el problema.

¿Cómo identificar un exceso o carencia?

Identificar un exceso o carencia en las hojas de cannabis puede ser un poco complicado, pero hay algunas señales que pueden ayudarte a detectar los problemas. Si las hojas de marihuana están amarillas, es importante revisar si hay puntas amarillas en las hojas o si están cayendo las hojas caídas indoor.

Las hojas amarillas en cannabis pueden ser un signo de una carencia de nutrientes esenciales como el nitrógeno, el potasio o el magnesio, así como también de un exceso de nutrientes. Si las hojas tienen manchas amarillas, puede ser un indicador de problemas nutricionales o de enfermedades y plagas. Las hojas de marihuana secas en las puntas también pueden ser un signo de exceso de fertilizantes o de falta de humedad en el ambiente.

Para solucionar las hojas amarillas en las plantas de marihuana, es importante determinar la causa subyacente y tomar medidas para corregir el problema. Si la carencia es de potasio, es necesario ajustar la alimentación o el riego, y agregar nutrientes adecuados para corregir la deficiencia. Si la falta de nitrógeno es el problema, se debe agregar un fertilizante rico en nitrógeno.

En cuanto a los excesos, es importante reducir la cantidad de fertilizantes utilizados si se detecta un exceso de nutrientes. Además, hay que asegurarse de que las plantas estén recibiendo suficiente agua y ventilación, ya que un ambiente húmedo y mal ventilado puede causar problemas en las hojas de cannabis.

¿Qué pasa con el uso excesivo de fertilizantes?

El uso excesivo de fertilizantes en las plantas de marihuana puede ser perjudicial y causar daños en la planta. Puede provocar una acumulación de sales en el sustrato, lo que dificulta que la planta absorba nutrientes y agua, lo que se traduce en un crecimiento más lento, hojas amarillentas y caídas, y una menor producción de cogollos. Además, el exceso de nutrientes también puede afectar negativamente el sabor y aroma de la marihuana. Por lo tanto, es importante seguir las instrucciones de dosificación de los fertilizantes y evitar el uso excesivo de los mismos para evitar dañar las plantas.

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