¿Cuáles son las sustancias Enteógenas?
Las sustancias enteogénicas, también conocidas como drogas psicodélicas o psicodislépticas, son un grupo de sustancias naturales o sintéticas que tienen la capacidad de alterar la percepción, el pensamiento y el estado de conciencia de quienes las consumen. Estas sustancias son utilizadas desde tiempos ancestrales en diversas culturas para rituales espirituales, ceremonias religiosas, y para propósitos terapéuticos y recreativos.
Algunas de las sustancias enteogénicas más conocidas son el LSD (ácido lisérgico), la psilocibina (presente en hongos alucinógenos), la DMT (dimetiltriptamina), la mescalina (presente en el peyote y el san pedro), la ayahuasca, y la ibogaína (presente en la raíz de la iboga).
Estas sustancias actúan principalmente sobre los receptores de serotonina en el cerebro, produciendo experiencias psicodélicas que pueden incluir alucinaciones visuales y auditivas, cambios en la percepción del tiempo y del espacio, y sensaciones de conexión espiritual o trascendencia.
¿Por que algunas personas consumen sustancias psicodélicas?
El consumo de sustancias psicodélicas puede tener diferentes motivaciones y razones, ya que las experiencias pueden variar ampliamente entre individuos. Algunas de las razones comunes por las que algunas personas optan por consumir sustancias psicodélicas incluyen:
- Exploración y expansión de la conciencia: Muchas personas consumen psicodélicos con la intención de explorar y expandir su conciencia. Estas sustancias pueden brindar experiencias introspectivas y espirituales que permiten a las personas ver el mundo y a sí mismas desde una perspectiva diferente.
- Experiencias espirituales y trascendentes: Algunas personas utilizan sustancias psicodélicas en contextos rituales o espirituales, ya que creen que estas pueden facilitar experiencias de conexión con lo divino o lo trascendente.
- Autoconocimiento y crecimiento personal: Los psicodélicos pueden proporcionar una visión única de la mente y del yo, lo que puede permitir a las personas obtener una mayor comprensión de sí mismas, de sus pensamientos y emociones, y fomentar el crecimiento personal.
- Terapia y sanación emocional: Se ha investigado el uso de psicodélicos en terapias para tratar diversas condiciones de salud mental, como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la adicción. Se ha demostrado que algunas sustancias psicodélicas tienen efectos terapéuticos potenciales.
- Recreación y entretenimiento: Algunas personas consumen psicodélicos por sus efectos recreativos y para experimentar una sensación de diversión, euforia y creatividad.
- Curiosidad y búsqueda de nuevas experiencias: La curiosidad sobre las experiencias psicodélicas y la búsqueda de nuevos estados de conciencia pueden llevar a algunas personas a probar estas sustancias.
¿Qué daños causan los alucinógenos?
Los alucinógenos, también conocidos como sustancias psicodélicas, pueden tener efectos tanto positivos como negativos en la salud física y mental de una persona. A continuación, se presentan algunos posibles daños asociados al consumo de alucinógenos:
- Efectos psicológicos adversos: Los alucinógenos pueden provocar efectos psicológicos impredecibles y potencialmente desagradables, como ansiedad, paranoia, confusión, pánico, y experiencias psicodélicas negativas (también conocidas como «malos viajes»).
- Trastornos psicóticos: El consumo excesivo o prolongado de alucinógenos puede desencadenar trastornos psicóticos, como la psicosis, en personas con predisposición genética o vulnerabilidad psicológica.
- Riesgo de lesiones: Durante el consumo de alucinógenos, algunas personas pueden experimentar distorsiones perceptuales y alteraciones en el juicio, lo que aumenta el riesgo de accidentes o lesiones.
- Reacciones adversas: Las reacciones a las sustancias psicodélicas varían de persona a persona, y algunos individuos pueden tener respuestas adversas, incluyendo reacciones alérgicas o intolerancias.
- Problemas de salud mental preexistentes: El uso de alucinógenos puede empeorar los síntomas en personas con trastornos de ansiedad, depresión, esquizofrenia u otros trastornos de salud mental preexistentes.
- Despersonalización y desrealización: Algunas personas pueden experimentar sensaciones de despersonalización (sensación de estar desconectado de sí mismo) o desrealización (percepción de que el mundo es irreal) durante o después del consumo de alucinógenos.
- Riesgo de consumo compulsivo: Algunas sustancias psicodélicas pueden ser adictivas y llevar a un consumo compulsivo, lo que puede interferir en la vida diaria y generar problemas de salud física y mental.
- Impacto en la memoria y la concentración: El consumo de alucinógenos puede afectar la memoria, la concentración y la capacidad de tomar decisiones racionales.
Tipos de drogas Enteógenas:
- Ayahuasca: Es una bebida tradicional utilizada en ceremonias de algunas culturas indígenas de América del Sur, especialmente en la Amazonía. Contiene una combinación de plantas que contienen dimetiltriptamina (DMT) y un inhibidor de la monoaminooxidasa (IMAO), lo que permite que el DMT sea activo cuando se ingiere.
- Psilocibina (hongos alucinógenos): Se encuentra en ciertos tipos de hongos, como Psilocybe cubensis y otras especies. La psilocibina se convierte en psilocina en el cuerpo, y es responsable de los efectos alucinógenos.
- LSD (dietilamida del ácido lisérgico): Es una droga sintética que produce fuertes efectos psicodélicos y alucinaciones visuales. Es conocida por su potencia y duración prolongada.
- DMT (dimetiltriptamina): Es una sustancia psicodélica que también se encuentra en la ayahuasca. Puede ser fumada, inhalada o ingerida en forma de vapor.
- Mescalina (peyote y san pedro): Se encuentra en ciertos cactus, como el peyote (Lophophora williamsii) y el san pedro (Echinopsis pachanoi). Produce efectos alucinógenos y es utilizada en algunas tradiciones religiosas.
- Salvinorina A (salvia divinorum): Es una planta que contiene la sustancia activa salvinorina A, la cual produce efectos psicodélicos intensos cuando se fuma o inhala.
- MDMA (éxtasis): Aunque se clasifica principalmente como una droga empática o estimulante, el MDMA también puede tener efectos alucinógenos moderados, incluyendo alteraciones visuales y sensaciones de conexión emocional con los demás.