Comenzar un cultivo de marihuana siempre está lleno de ilusión y esperanza, pero encontrarte con una planta marchitada que parece estar enferma puede ser desalentador. ¿Por qué se está muriendo tu planta de cannabis y qué puedes hacer al respecto? Lo primero es mantener la calma, ya que los problemas en el cultivo son comunes y pueden solucionarse.
Aquí te guiaremos a través de unos pasos esenciales como revivir una planta decaída que no está en su mejor estado.
Paso 1: Analizar los Síntomas de una Planta de Cannabis Enferma
Cuando tus plantas de marihuana muestran signos de deterioro, es crucial analizar los síntomas para identificar la causa subyacente. Aquí te explicamos cómo abordar algunos de los problemas más comunes que pueden afectar a tus plantas:
1. Hojas Amarillas:
Las hojas amarillas marihuana pueden ser un indicador de diversos problemas, como riego excesivo, deficiente o deficiencia de nutrientes. El exceso de agua puede asfixiar las raíces, mientras que la falta de riego puede dejar a la planta deshidratada. Una deficiencia de nitrógeno también puede provocar que hojas amarillas en cannabis, comenzando desde la parte inferior de la planta y ascendiendo gradualmente.
2. Riego Excesivo:
El exceso de riego puede llevar a la sobresaturación del sustrato, lo que dificulta la absorción de oxígeno por las raíces y puede conducir a la podredumbre de la raíz. Es importante proporcionar un equilibrio adecuado de agua para evitar este problema.
3. Riego Deficiente:
La falta de riego puede resultar en un estrés hídrico para la planta, especialmente durante condiciones de calor extremo o períodos de sequía. Mantener un programa de riego adecuado es fundamental para mantener la salud de tus plantas.
4. Deficiencia de Nitrógeno:
El nitrógeno es esencial para el crecimiento saludable de las plantas, y su deficiencia puede manifestarse en hojas amarillas. Aplicar un abono equilibrado que contenga nitrógeno puede ayudar a corregir esta deficiencia.
5. Quemaduras por Nutrientes:
Si es que te preguntas porque se ponen amarillas las hojas de las plantas de canabis, el problema puede ser el exceso de fertilización, el cual puede causar quemaduras en las hojas, lo que resulta en puntas amarillas y marrones. Es importante seguir las instrucciones de fertilización y evitar aplicar cantidades excesivas de nutrientes.
Al abordar estos problemas de manera oportuna y efectiva, puedes ayudar a tus plantas de cannabis a recuperarse y prosperar. Mantén un cuidadoso seguimiento de los síntomas y realiza los ajustes necesarios en tu régimen de cuidado para mantener tus plantas saludables y vigorosas.
Paso 2: haz una revisión detallada del plan de riego
Cuando tus plantas de cannabis muestran signos de deterioro, es crucial analizar su régimen de riego para identificar y corregir cualquier problema que pueda estar afectando su salud. Aquí te explicamos cómo abordar la revisión de tu plan de riego para revitalizar tus plantas:
1. Mantén un Diario de Cultivo:
Llevar un registro detallado de tus actividades de riego te ayudará a entender mejor las necesidades de tus plantas. Anota la frecuencia y la cantidad de agua que proporcionas a tus plantas, y observa cómo responden. Esto te permitirá ajustar tu plan de riego según sea necesario y evitar problemas de riego excesivo o deficiente.
2. Revive una Planta Regada en Exceso:
Si tus plantas marchitas muestran signos de haber sido regadas en exceso, como hojas caídas o amarillentas, es importante actuar rápidamente para mejorar el drenaje y reducir la frecuencia de riego. Retira los platos de debajo de las macetas para evitar el estancamiento del agua y coloca las macetas sobre una capa de grava para mejorar el drenaje. Consulta tu diario de cultivo para ajustar la frecuencia de riego según las necesidades específicas de tus plantas.
3. Revive una Planta Poco Regada:
Si tus plantas muestran signos de sequedad, como suelo extremadamente seco o hojas marchitas, es crucial proporcionarles más agua de inmediato. Satura completamente el sustrato durante el riego para asegurar que las raíces reciban suficiente humedad.
Considera instalar un sistema de riego por goteo si no puedes regar tus plantas con la frecuencia necesaria. Además, revisa el tamaño de las macetas y transplanta a macetas más grandes si es necesario para asegurar un suministro adecuado de agua a tus plantas maduras.
Al realizar estos ajustes en tu plan de riego y mantener un seguimiento cuidadoso de las necesidades de tus plantas, puedes ayudar a revitalizarlas y promover un crecimiento saludable. Recuerda que cada planta es única, por lo que es importante adaptar tu plan de riego según las condiciones específicas de tu cultivo.
Paso 3: revisa el plan de fertilización para tus plantas de cannabis
El adecuado suministro de nutrientes es esencial para el crecimiento saludable de las plantas de cannabis. Sin embargo, proporcionar demasiado o muy poco fertilizante puede desencadenar problemas de toxicidad o deficiencia nutricional. Si tus plantas muestran signos de desequilibrio nutricional, es crucial revisar y ajustar tu plan de fertilización. Aquí te mostramos cómo hacerlo:
1. Revisa tu Diario de Cultivo:
Si mantienes un diario de cultivo, tómate un momento para repasar tu programa de fertilización y las cantidades de nutrientes utilizadas hasta la fecha. ¿Has realizado algún cambio reciente en tu plan de fertilización? ¿Has omitido alguna dosis? Identificar cualquier irregularidad en tu régimen de fertilización te ayudará a entender mejor los posibles problemas nutricionales de tus plantas.
2. Comprueba la Proporción NPK:
Verifica que el fertilizante que estás utilizando contenga los niveles adecuados de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) para cada etapa de crecimiento de tus plantas. Durante la fase vegetativa, las plantas de cannabis necesitan más nitrógeno para el desarrollo de hojas, mientras que en la fase de floración requieren mayores cantidades de fósforo y potasio para la formación de cogollos. Asegúrate de proporcionar el equilibrio adecuado de nutrientes para cada etapa de crecimiento.
3. Controla el pH del Suelo:
El bloqueo de nutrientes puede ocurrir cuando el pH del suelo se desequilibra, impidiendo que las raíces absorban los nutrientes correctamente. Utiliza un medidor de pH para analizar la acidez o alcalinidad de tu sustrato y ajústalo según sea necesario para mantenerlo en el rango óptimo de 6.0 a 6.5. Esto garantizará que tus plantas puedan absorber los nutrientes de manera efectiva.
4. Remedia el Exceso de Fertilización:
Si has aplicado demasiado fertilizante y tus plantas muestran signos de quemaduras por nutrientes, actúa rápidamente para corregir el problema. Realiza un lavado de raíces con agua pH equilibrado para eliminar el exceso de sales del sustrato y reduce la fertilización futura. Utiliza un medidor de TDS para controlar los niveles de nutrientes en tu solución nutritiva y evitar sobrealimentar tus plantas.
Al seguir estos pasos y ajustar tu plan de fertilización según las necesidades específicas de tus plantas, podrás corregir desequilibrios nutricionales y promover un crecimiento saludable. Recuerda que la atención constante a las necesidades nutricionales de tus plantas es clave para obtener una cosecha exitosa.