Las semillas feminizadas son aquellas que producen únicamente plantas hembra, simplificando el proceso de cultivo de cannabis al eliminar la necesidad de identificar y desechar plantas macho. Las plantas de marihuana hembras son las que dan flores, mejor conocidos como cogollos. Las semillas de cannabis feminizadas se destacan por sus ventajas, como la facilidad de cultivo y la estabilidad genética.

La diferencia principal entre las semillas feminizadas y las autoflorecientes radica en su ciclo de vida y respuesta al fotoperiodo. Las feminizadas producen plantas hembra en la gran mayoría de los casos, resultando en cogollos, y dependen del cambio de luz para florecer. En cambio, las autoflorecientes florecen automáticamente según su edad, sin importar el fotoperiodo. En otras palabras, las autoflorecientes son más rápidas y discretas, ideales para cultivos con ciclos de luz variables. Las feminizadas se enfocan en producir plantas hembra de forma más certera.

Podrías optar por una semilla de marihuana feminizada cuando desees simplificar el proceso de cultivo al garantizar que la planta resultante sea hembra, ya que es la que desarrolla cogollos. Esto es especialmente útil si eres un cultivador principiante o si buscas maximizar tu cosecha sin preocuparte por identificar y desechar plantas macho, lo cual puede arruinar tu producción de cogollos. Las semillas feminizadas ofrecen una mayor tranquilidad durante el cultivo y son ideales si buscas una experiencia de cultivo más sencilla y sin complicaciones.