La interrelación entre el consumo de cannabis (marihuana) y los trastornos psiquiátricos es un tema complejo, demandando más investigaciones para comprender mejor las implicaciones a corto y largo plazo en la salud mental.
Aunque hay evidencia sustancial, aunque no universal, que conecta el consumo de cannabis con la aparición temprana de la psicosis en personas con predisposición genética a disociar mentalmente, trastornos psicóticos, como la alteracion esquizoide, y con el agravamiento de los síntomas en aquellos que ya sufren estas condiciones.
Además, aunque de manera menos consistente, también se han encontrado pruebas que vinculan el consumo de cannabis con otros trastornos mentales y comportamientos autolesivos, incluyendo pensamientos y actos suicidas. La comprensión de estos vínculos es esencial para abordar de manera efectiva la relación entre el cannabis y la salud mental.
Efectos emocionales de la marihuanas y la depresión
La depresión va más allá de ser simplemente una sensación de tristeza; es un trastorno del estado de ánimo que impacta negativamente en las emociones, el pensamiento y el comportamiento. Esta condición no solo afecta el bienestar individual, sino que también puede generar una discapacidad significativa en la sociedad, manifestándose a través de la pérdida de alegría y desinterés, lo que repercute en el rendimiento laboral y escolar.
Pero ¿Cómo puede el cannabis contribuir al tratamiento de la salud mental? La marihuana y antidepresivos tienen una gran relación. El Cannabidiol (CBD), un componente del cannabis, ha demostrado tener un gran potencial psiquiátrico, mostrando similitudes con antidepresivos y ansiolíticos. Estudios indican una fuerte interacción entre el CBD y los neuroreceptores asociados con la depresión, ansiedad y estrés.
Investigadores del Instituto de Investigación de Buffalo (RIA) han llevado a cabo estudios que sugieren que el estrés crónico y la depresión podrían tratarse a través del sistema endocannabinoide.
Este sistema actúa como activador de los receptores CB1, presentes en el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). Al activar estos receptores, se liberan químicos cerebrales similares a las sustancias presentes en la planta de cannabis, estableciendo una conexión significativa en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo.
Brote psicótico por drogas
Investigaciones recientes en Dinamarca han arrojado luz sobre un fenómeno intrigante: la psicosis cannábica, un trastorno psicótico de corta duración vinculado al consumo de cannabis. Aunque raro, con aproximadamente 100 nuevos casos por año en todo el país, esta condición parece disminuir de manera significativa cuando el individuo deja de consumir cannabis.
Sin embargo, los hallazgos también revelaron datos preocupantes entre estos casos:
- Tres cuartos de los afectados experimentaron un nuevo trastorno psicótico diagnosticado en el siguiente año.
- Casi la mitad aún sufría de un trastorno psicótico tres años después.
Estos resultados plantean la posibilidad de que casi la mitad de las personas diagnosticadas con psicosis cannábica podrían estar manifestando los primeros signos de un trastorno psicótico de mayor duración, como la esquizofrenia.
Este grupo podría ser particularmente vulnerable a los efectos del cannabis, subrayando la importancia de evitar su consumo en el futuro. Estos datos, aunque preliminares, ofrecen valiosa información para comprender mejor la relación entre el cannabis y los trastornos psicóticos, destacando la necesidad de investigaciones adicionales en este campo.
Psicosis cannábica
La conexión entre el consumo de cannabis y los trastornos mentales es un campo de estudio fascinante y en constante evolución. Aunque se observa con mayor frecuencia en personas con síntomas mentales, se necesita más investigación para comprender a fondo esta relación.
Se han identificado varios factores que influyen en la complejidad de esta conexión, incluyendo la cantidad y frecuencia de consumo, la potencia del THC, el tipo de producto de cannabis y la edad en el primer consumo. Además, factores como la genética, traumas y estrés también influyen tanto en la probabilidad de consumir cannabis como en la salud mental.
¿Qué pasa con los trastornos psiquiatricos?
Las investigaciones sugieren que el consumo de cannabis está asociado con una mayor probabilidad de desarrollar trastornos psicóticos, especialmente en aquellos con antecedentes familiares y otros factores de riesgo. La intoxicación por cannabis, en dosis elevadas, puede inducir episodios psicóticos temporales, lo que podría estar vinculado al riesgo futuro de trastornos psicóticos.
En cuanto a otros trastornos mentales, la relación con el cannabis es menos clara. Algunas investigaciones sugieren un mayor riesgo de depresión en aquellos que consumen cannabis durante la adolescencia. De manera más contundente, se ha establecido una relación entre el consumo de cannabis y pensamientos y comportamientos suicidas, especialmente entre adolescentes y veteranos militares en Estados Unidos.
A pesar de estos hallazgos, la complejidad de la relación entre cannabis y salud mental requiere más datos de investigaciones prospectivas y longitudinales para determinar con precisión cómo y en quiénes el cannabis puede contribuir al deterioro de la salud mental. Estos resultados son cruciales para comprender mejor los riesgos y beneficios asociados con el consumo de cannabis en el contexto de la salud mental.
La psicosis cannábica se caracteriza por episodios de alucinaciones y delirios graves, que suelen ser agudos pero tienen un final en el tiempo. Se trata de algo poco común, pero que necesita de un tratamiento personalizado para evitar que estos episodios pasajeros se repitan.
Las personas con una cierta predisposición genética a sufrir problemas de paranoia o psicosis tienen una probabilidad mucho más alta de llegar a sufrir una psicosis por cannabis. Además, también es importante resaltar que el consumo de cannabis puede agravar otro tipo de problemas psicóticos que la persona pudiese tener con anterioridad.