Consecuencias de la marihuana en el cuerpo

¿Perjudicial o terapéutica? Esta es la pregunta que los constantes debates sobre el consumo de marihuana se han planteado. 

Es sabido que el cannabis, junto al tabaco, el alcohol y la cafeína, es la droga más consumida en el mundo y muchos países del mundo la legalizaron al tener en cuenta sus cualidades terapéuticas: tiene propiedades antiinflamatorias, mitiga el dolor crónico, es un relajante muscular y se ha convertido en una solución muy común para tratar a pacientes que hacen quimioterapia, ya que reduce los efectos secundarios de este tratamiento.

Esta planta tiene más de 100 compuestos, y entre ellos se destacan dos que son los principales por los efectos que tienen en el organismo: el tetrahidrocanabinol (THC), que es el psicoactivo que afecta la función normal del cerebro, y el canabidiol (CBD) que no altera el funcionamiento de la mente y aes el encargado de proporcionar los beneficios terapéuticos que se le atribuyen a la planta. 

Sin embargo, no todo es color de rosas. Junto a los efectos beneficiosos reconocidos por la mayoría, no se puede negar que existen otros efectos negativos que están asociados al consumo reiterado del cannabis.

En este sentido, según el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades), la marihuana afecta especialmente las partes del cerebro responsables de la atención, la coordinación, la toma de decisiones, el aprendizaje, la memoria y el tiempo de reacción. Incluso se conoce que hay efectos que ocurren a corto plazo, es decir, inmediatamente después de consumir la sustancia. Pero hay otros que pueden ser de largo plazo debido al consumo reiterado.

Sus consecuencias negativas

De acuerdo a una investigación publicada este año y tomada por la CNN, se analizaron estudios hechos sobre más de 43.000 personas y se descubrió el impacto que tiene el THC en los niveles superiores del pensamiento del cerebro. Esto es sumamente importante porque, además de las funciones mencionadas anteriormente, el cerebro también tiene la responsabilidad de planificar, organizar, resolver problemas, controlar las emociones y el comportamiento.

Siguiendo esta línea, se concluyó que el impacto de la marihuana en el cerebro puede ser perjudicial para el desarrollo cognitivo de los jóvenes, cuyos cerebros están aún en pleno crecimiento. De hecho, según los CDC, consumir antes de los 18 años puede llegar a afectar la forma en que el cerebro crea las conexiones para poder realizar funciones tales como la atención, la memoria y el aprendizaje. 

Por otro lado, el consumo crónico de marihuana puede tener efectos nocivos en los pulmones y el corazón. Esto es debido a que el sistema respiratorio es el más expuesto al fumar, ya que el humo tiene muchas de las mismas toxinas, irritantes y químicos que causan cáncer. Al igual que el humo del tabaco.

En ese sentido, los mayores riesgos de fumar marihuana son la posibilidad de tener tos, mocos y hasta bronquitis, aunque estos síntomas suelen mejorar cuando se deja de fumar. Además un fumador puede dañar los tejidos pulmonares y los vasos sanguíneos pequeños. No obstante, aún se necesitan muchas más investigaciones para poder conocer a mayor profundidad sobre cuáles son los efectos específicos de la marihuana fumada.

Aunque parezca menos nocivo que fumarse un porro, el vapeo también tiene un costo grande, refiriéndonos a temas de salud respiratoria: de acuerdo a un estudio publicado en el año 2021, las personas tienen casi el doble de probabilidades de reportar “sibilancias o silbidos» en el pecho después de vapear marihuana que después de fumar cigarrillos o utilizar cigarrillos electrónicos.

Con respecto a los problemas de corazón que puede causar, se sabe que el consumo de marihuana puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Además, inmediatamente después de fumar, puede subir la presión arterial y la frecuencia de los latidos.

En resúmen, los principales efectos que se produce el consumo reiterado de cannabis son: 

– Pérdida de la capacidad de concentración.

– Reducción de la capacidad cognitiva y del rendimiento intelectual.

– Pérdida del autocontrol y episodios frecuentes de agresividad.

– Somnolencia.

– Pérdida de memoria.

– Pérdida de neuronas.

– Episodios psicóticos.

– Dificultades para adaptarse a tareas sociales y de relación con otras personas.

– Pérdida de la capacidad psicomotriz, lo que se traduce en lentitud y torpeza de movimientos.

– Estado depresivo.

– Incremento del número de pulsaciones.

– Estado de ansiedad.

Factores que influyen 

El CDC aclaró que se pueden encontrar varios factores personales que influyen en la forma en que la marihuana afecta a una persona. Entre ellos se encuentran la cantidad y la frecuencia del consumo, así como su consumo junto a otras sustancias como alcohol u otras drogas, lo que puede aumentar el riesgo de efectos dañinos.

También el modo de consumo es un factor de suma importancia. Se reconoce que las formas más habituales de consumir el cannabis son fumando la marihuana en porros (cigarrillos), blunts (tipo habanos) o bongs (pipas), vapearla o ingerirla mezclada en comidas y bebidas, por ejemplo brownies o refrescos. 

Hay otros dos factores que influyen y estos son: la experiencia previa que tenga el consumidor con el cannabis u otras drogas y cuestiones estrictamente biológicas como los genes y el sexo. 

Aunque todo parece negativo, se sabe que el cannabis en su consumo medicinal es una herramienta imprescindible para muchos pacientes que necesitan hacerle frente a diferentes padecimientos. Es así que, como consejo, recomendamos que acudan a un médico especialista en el consumo de cannabis o, en caso contrario, tengan prudencia y cuidado al empezar a consumir. 

Además también les recomendamos que es sumamente importante no consumir distintos aceites o preparados de cannabis que puedan encontrar por redes sociales o por mercados informales que no están certificados o no son confiables, ya que es muy difícil conocer su contenido y pueden ocasionar efectos nocivos sobre la salud debido a que muchas veces lo que menos contienen esos productos es la hierba en sí. 

Lo mejor es informarse e ir a lugares de confianza y que son seguros. El consumo responsable es la solución.


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