Es una de las preguntas que más se hacen las personas que están iniciando en el mundo del cultivo del cannabis.
Es un tema al que hay que prestarle bastante atención, analizar nuestra área de cultivo, si es indoor o outdoor y demás variables.
Antes de adentrarse al mundo de la iluminación de los cultivos de marihuana, hay ciertos términos que todos deben conocer. Entre ellos está el de fotoperíodo.
El fotoperiodo es la alternancia entre horas de luz y oscuridad a la que está sometido cualquier organismo vivo: algunas plantas necesitan una determinada cantidad de horas seguidas de luz y oscuridad para que los procesos biológicos como germinación, crecimiento, floración y maduración, ocurran.
Entonces, para que el cannabis crezca fuerte y florezca, la luz jugará un papel importante en este asunto.
Cultivo indoor y outdoor: ¿Cómo es la iluminación?
Si vas a cultivar en el exterior, el fotoperiodo estará determinado por las estaciones del año.
Entonces empezarás a cultivar en primavera cuando aumentan las horas de luz, y cosecharás a mediados de otoño, cuando las horas de luz se han reducido.
En los cultivos con iluminación artificial (indoor) tendrás que simular esos cambios para que tu planta se desarrolle.
Si podés controlar esta variables, se podrá determinar si las plantas permanecerán en fase vegetativa (crecimiento), o entrarán a floración.
A continuación te contamos cómo será la iluminación en dos etapas de tu planta de marihuana.
Iluminación en la etapa vegetativa
Esta es una fase que dura entre un mes y medio a dos meses, con el objetivo de que las plantas alcancen cierta estructura antes de que empiecen a florecer.
El ciclo lumínico más común en esta etapa es el 18/6, pero no es la única opción: si buscas acelerar su crecimiento, podés ponerlas en un ciclo más intenso, por ejemplo 20/4 (20 horas de luz, 4 de oscuridad). Por el contrario, si deseas mantener unas plantas madres, podrías reducir las horas a un ciclo más corto, como puede ser 16/8.
Iluminación en la etapa de floración
Esta fase dura de 60 a 90 días, lo que equivale a unos dos o tres meses y ocurre cuando las plantas de marihuana reciben más horas de oscuridad.
Es común entre cultivadores que, en el cultivo interior, se haga un cambio brusco en el fotoperiodo al reducir las horas de luz de 18 a 12 horas. Así, de alguna manera, se le dice a la planta lo que debe hacer: florecer.
Sin embargo, si tenemos nuestro cultivo en el exterior, este proceso ocurre progresivamente, a medida que termina el verano y hay un cambio de estación.
Horas de luz dependiendo de la ubicación
Si vas a cultivar en el exterior, hay que conocer la calidad de las horas de luz que habrá en la fecha que se estima empezar el cultivo.
Entonces, para ser más precisos, cuanto más al norte te vas, los veranos se hacen más cortos y los inviernos más fríos: allí la temporada de cultivo exterior va de abril a noviembre.
En cambio, en el hemisferio sur pasa lo contrario: la temporada va de agosto-septiembre a abril-mayo.
Por otro lado, si vivís cerca del ecuador, el ciclo día-noche es constante durante todo el año; es decir, hay 12 horas de luz y 12 de oscuridad. Por eso, en este caso, hay que usar luces complementarias para agregar esas horas de luz extra y que la fase vegetativa sea un poco más prolongada. De lo contrario, las plantas quedarán pequeñas y la producción no será óptima.
Diferencia de luz entre plantas femenizadas (fotoperiódicas) y automáticas
A las femenizadas se las cuida con un ciclo de luz de 18-6 en la fase de vegetación y de 12-12 en la de floración.
Si se cultiva en el exterior, crecerá durante la primavera y el verano, y empezará a florecer con el otoño.
Las femenizadas tienen la ventaja de ofrecer al cultivador un gran control en el ciclo de cultivo, además se puede conseguir plantas de gran tamaño y con una espectacular productividad si se extiende el periodo de crecimiento; o por el contrario, restringir su tamaño dándoles poco tiempo de crecimiento si se busca discreción.
A pesar de ofrecer la garantía de ser todas hembras, hay un pequeño inconveniente que pueden tener: el hermafroditismo. La planta de cannabis puede sufrir estrés y esto ocurre, entre tantas razones, porque no se respeta la oscuridad total durante el periodo de descanso, lo que la induce a creer que su fin está próximo y produce flores masculinas para polinizar las femeninas y reproducirse. El hermafroditismo puede alterar la cantidad y la calidad de la cosecha.
Las automáticas son las favoritas de muchos cultivadores porque no requieren el mismo nivel de cuidados que las foto, ya que comienzan la floración independientemente de las horas de luz que reciban.
Las autoflorecientes también necesitan 18 horas de luz por 6 de oscuridad, aunque se puede forzar la floración con un régimen de 20h de luz por 4h de descanso.
El espectro de luz en cultivos indoor
El espectro de luz es el “color” de la luz que emiten las lámparas, azul o rojo. Es otro aspecto que hay que tener en cuenta en las distintas etapas de tu cannabis para que sea de calidad.
Durante la fase de crecimiento se deben usar las lámparas de luz fría (azules). Cuando se inicia la prefloración, o quieras forzarla por tu cuenta, deberás cambiar a lámparas rojas, que tienen luz cálida y son las que mejor imitan el ángulo de los rayos del sol a finales de verano o inicio del otoño, estación en la que el cannabis florece en sus zonas de origen.
¿Cómo calcular la potencia lumínica en cultivos indoor?
En función del espacio que tenga cada uno para cultivar su marihuana en el interior, se deberán elegir los watts necesarios.
1) Lámparas de 100W a 250W: las vas a usar siempre a partir de una medida estándar. Para un metro cuadrado más o menos se recomiendan un par de focos LED con 200W total. Las LED de 120W están indicadas para espacios inferiores a un metro cuadrado.
Hay que tener en cuenta que debido a la temperatura y la humedad, cuanto más se reduce el espacio habrá que optimizar la ventilación.
2) Lámparas de 300W: una agrupación de lámparas hasta llegar a 300W están indicadas para espacios de cultivo de 1,2 × 1,2×2m.
3) Lámparas de 400w: son recomendables para espacios mayores a 1,5 m cuadrados.
¿Qué pasa si le doy 24 horas de luz a mi planta de marihuana?
El ciclo de luz es un aspecto crucial en el cultivo de marihuana, y proporcionar 24 horas de luz continua a una planta puede tener consecuencias negativas. Normalmente, las plantas de marihuana requieren un período de oscuridad para su crecimiento saludable.
Durante el período de oscuridad, las plantas realizan procesos importantes como la respiración, la absorción de nutrientes y la recuperación. Proporcionar luz constante durante 24 horas puede interrumpir estos procesos y tener un impacto negativo en el crecimiento de la planta.
Además, las plantas de marihuana también necesitan un período de descanso para el desarrollo adecuado de sus estructuras y para regular sus ciclos de crecimiento. Un exceso de luz puede causar estrés en la planta, lo que puede resultar en un crecimiento deficiente, un mayor riesgo de enfermedades y una menor producción de cogollos.
Por lo tanto, es recomendable seguir un ciclo de luz adecuado para el cultivo de marihuana, generalmente utilizando un período de luz de 18 horas seguido de un período de oscuridad de 6 horas durante la fase de crecimiento, y luego cambiar a un ciclo de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad durante la fase de floración.
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