Los hongos psicodélicos son sorprendentemente fáciles de cultivar. Todo lo que necesitas es un equipo básico, un sustrato, algunas esporas y un poco de paciencia.

Las hongos psicodélicos contienen el compuesto psicoactivo psilocibina. Esta sustancia química actúa sobre los receptores de serotonina en el cerebro para producir efectos. 

Los hongos “mágicos” crecen naturalmente en muchas regiones diferentes del mundo. Por lo tanto, si vivís en el lugar correcto, podes tener la suerte de encontrar algunos en la naturaleza. Sin embargo, para aquellos sin experiencia, es fácil identificar erróneamente los hongos, un error potencialmente letal.

La mejor manera de mantenerse seguro es cultivar hongos “mágicos” en casa o comprarlos de una fuente confiable. Debido a su estado legal actual, esto último puede no ser una opción. Sin embargo, es posible comprar esporas ya que no contienen el compuesto activo psilocibina.

Antes de cosechar hongos, hay que asegurarse de poder identificarlos positivamente. Varias especies se parecen a laos hongos mágicas, pero en realidad son venenosas. Pueden causar reacciones adversas que van desde una enfermedad leve hasta la muerte. Si no estas seguro de si un hongo es seguro, ni lo toques. 

Cultivar hongos en casa es relativamente sencillo. Sin embargo, requiere una buena atención a la higiene y algo de paciencia. También se necesitan algunas piezas de equipo, aunque la mayoría de ellas son fáciles de encontrar.

Una de las formas más fáciles de cultivar hongos es usando un kit de cultivo de hongos. Por lo general, incluyen una jeringa de esporas, un sustrato y una bolsa de cultivo; en teoría, todo lo que se necesita. Algunos kits incluso tienen el micelio (el cuerpo principal del hongo) listo para usar. Todo lo que hay que hacer, es agregar agua.

En lugar de comprar un kit de cultivo completo, podes hacer tu propio kit de cultivo de hongos mágicos con esporas de una jeringa y algunos otros artículos esenciales.

Se necesita:

  • Una jeringa de esporas de 12 cc
  • Para el sustrato:
  • ⅔ taza de vermiculita por frasco + extra
  • ¼ taza de agua potable por jarra
  • ¼ taza de harina de arroz integral orgánica por frasco

Equipo:

  • 12 frascos de ½ pinta sin brazo (osea asa)
  • Martillo y clavo pequeño
  • Bowl para mezclar
  • Colador
  • Papel de aluminio de alta resistencia
  • Olla grande con tapa hermética
  • Toalla pequeña
  • Cinta de microporos
  • Caja de almacenamiento de plástico transparente (tipo tupper)
  • Taladro con broca de ¼ de pulgada
  • Perlita
  • Botella de spray

Esenciales de higiene:

  • Alcohol isopropílico
  • Encendedor de antorcha
  • Desinfectante
  • Desinfectante de aire
  • Guantes de látex, mascarilla quirúrgica (opcional)

Proceso:

  1. Prepara los frascos:

Desinfectar el martillo y el clavo y utilícarlos para perforar cuatro agujeros espaciados uniformemente alrededor de la circunferencia de la tapa.

Preparar el sustrato:

Mezclar ⅔ de taza de vermiculita y ¼ de taza de agua por frasco en un bowl.

Desinfectar el colador y eliminar el exceso de agua.

Agreguar ¼ de taza de harina de arroz integral por frasco y mezclar.

Llenar los frascos:

Agregar sin apretar el sustrato en los frascos hasta alrededor de 3 cm por debajo de los bordes.

Esterilizar el vidrio expuesto con alcohol isopropílico y luego cubrir con vermiculita seca.

Vapor para esterilizar:

Atornillar bien las tapas de los frascos y cúbrirlos bien con papel aluminio.

Asegúrarse de que no entre agua o condensación en los frascos a través de los orificios.

Colocar la toalla en la base de la sartén y colocar los frascos encima.

Agregar agua hasta aproximadamente la mitad de los frascos y dejar hervir lentamente.

Cocinar al vapor durante 75 a 90 minutos, agregando más agua caliente si la sarténse seca.

Mantener los frascos en posición vertical durante todo el proceso.

Dejar que se enfríe a temperatura ambiente durante varias horas o toda la noche.

Preparar la jeringa de esporas:

Usar el encendedor para calentar la aguja de la jeringa hasta que esté al rojo vivo.

Dejar enfriar y limpiar con alcohol, teniendo cuidado de no tocarlo.

Tirar ligeramente hacia atrás del émbolo y agitar bien.

Reducir el riesgo de contaminación usando guantes de látex y una mascarilla quirúrgica, especialmente si es necesario ensamblar la jeringa.

Inyectar esporas:

Retirar el papel de aluminio de un frasco e insertar la jeringa lo más lejos posible a través de uno de los agujeros.

Con la aguja contra el costado del frasco, inyectar alrededor de ¼ cc de la solución de esporas.

Repietir para cada uno de los agujeros, limpiando la aguja con alcohol entre cada uno.

Cubrir los agujeros con cinta microporosa.

Repetir para los frascos restantes.

Paciencia:

Colocar los frascos en un área limpia donde nadie los toque.

Mantener a temperatura ambiente y fuera de la luz solar directa.

Después de 7 a 14 días, debería comenzar a aparecer micelio blanco.

Después de 3 a 4 semanas, al menos la mitad de los frascos deberían tener colonias o «tortas» exitosas. En esta etapa, esperar siete días más para fortalecer el micelio.

Si algún frasco muestra signos de contaminación, hay que tirarlo con cuidado. Esto hay que hacerlo al aire libre, usando bolsas seguras, sin quitar las tapas.

Preparar la cámara de fructificación:

Taladrar orificios de 1.05 cm con una separación aproximada de 5cm en todo el recipiente de almacenamiento de plástico, incluidas la base y la tapa.

Colocar la caja sobre cuatro objetos estables para permitir el flujo de aire por debajo.

Cubrir con una toalla para retener la humedad.

Agregar perlita:

Poner la perlita en un colador y empaparla con agua dejándola correr bajo el grifo de agua fría.

Dejar que se escurra completamente, luego extenderlo sobre la base de la cámara.

Repetir el proceso hasta que tenga una capa de perlita de 10 a 12 cm que cubra la base.

Rehidratar las tortas:

Retirar las tortas de sustrato de los frascos, con cuidado de no dañarlas.

Enjuagar las tortas bajo el chorro de agua fría para eliminar la vermiculita suelta.

Llenar la olla con agua tibia y colocar los tortas adentro.

Usar otra olla o un plato para mantenerlos bajo la superficie del agua.

Dejar a temperatura ambiente durante 24 horas mientras se rehidratan las tortas.

Enrollar los tortas:

Retirar las tortas del agua y colocarlas en una superficie desinfectada.

Llenar el recipiente para mezclar con vermiculita seca y enrollar las tortas para cubrirlas.

Transferir:

Colocar las tortas en la cámara de fructificación, colocarlas sobre cuadrados de aluminio lo suficientemente grandes como para evitar que toquen la perlita.

Separarlos uniformemente y rociar con la botella de spray.

Ventilar con la tapa antes de cerrar.

Esperar a que comience la fructificación:

Rociar la cámara cuatro veces al día, pero no remojar las tortas en agua.

Ventilar con la tapa seis veces al día para mejorar la circulación del aire.

Algunos cultivadores usan luces configuradas en un ciclo de 12 horas, pero la iluminación ambiental durante el día es suficiente.

Esperar a que aparezcan las hongos

Vigilar de cerca las tortas de micelio, y pronto deberíamos comenzar a verlos aparecer como protuberancias blancas, que luego brotan en «alfileres». Los hongos deberían estar listos para cosechar de 5 a 12 días después de esto. Es mejor cosecharlos antes de que se rompa el velo, revelando las branquias.

¿Dónde crecen hongos alucinógenos en Argentina?

En Argentina, los hongos alucinógenos, también conocidos como hongos psicodélicos, pueden crecer en diferentes regiones del país. Se ha informado que estos hongos se encuentran en áreas boscosas y húmedas, especialmente en zonas de clima subtropical y templado.

Algunas especies de hongos psicodélicos que se han registrado en Argentina incluyen Psilocybe cubensis, Psilocybe azurescens, Psilocybe semilanceata y Psilocybe mexicana, entre otros. Estos hongos contienen compuestos psicoactivos como la psilocibina, que pueden inducir efectos alucinógenos cuando se consumen.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la posesión, cultivo y consumo de hongos psicodélicos puede ser ilegal en muchos países, incluido Argentina. Las leyes sobre sustancias psicoactivas varían según la jurisdicción, por lo que es crucial informarse y respetar las regulaciones legales vigentes.

¿Cuántos hongos necesitas para alucinar?

La cantidad de hongos necesarios para experimentar efectos alucinógenos puede variar según varios factores, como la especie de hongo, la concentración de compuestos psicoactivos y la sensibilidad individual. En general, la dosis de hongos alucinógenos se mide en términos de peso seco, ya que los hongos frescos contienen una alta proporción de agua.

Para hongos psicodélicos comunes como Psilocybe cubensis, se estima que una dosis moderada para experimentar efectos psicodélicos oscila entre 1 y 3 gramos de hongos secos. Esta cantidad puede ser suficiente para experimentar cambios perceptuales, aumento de la creatividad y alteraciones en la conciencia.

Es importante recordar que los hongos alucinógenos pueden tener efectos diferentes en cada individuo y que la respuesta a los compuestos psicoactivos puede variar. Además, la seguridad y la experiencia de consumo adecuada son fundamentales. Siempre se recomienda empezar con una dosis baja para evaluar la respuesta individual y tener en cuenta el entorno y la compañía adecuados para un viaje psicodélico seguro y positivo.