Muchos de nosotros nos hemos visto obligados a vivir con la “vergüenza del cannabis” durante años. Las conversaciones sobre el cannabis son más fáciles que nunca de navegar, pero en algunas regiones, la preparación y el tacto son muy útiles, especialmente donde la planta todavía enfrenta algún tipo de prohibición.

En la mayoría de los lugares, el cannabis todavía se considera tabú. Esto es especialmente irónico dada la aceptación social del alcohol, una droga que mata a tres millones de personas en todo el mundo cada año, según la Organización Mundial de la Salud.

Si bien el cannabis tiene sus trampas, es mucho más seguro que el alcohol con más beneficios y menos riesgos. Hasta la fecha, ninguna persona ha muerto a causa de la marihuana, a pesar de casi un siglo de desinformación, estigma y demonización total.

A pesar de que la propaganda de la locura por los porros persiste, las cosas están empezando a cambiar, y en la era del cannabis legal, ya es hora de desestigmatizar aún más la planta a nivel social, y eso significa volverse más valiente para tener “La charla del faso».

Ya sea que creas que un ser querido podría beneficiarse del consumo de cannabis o simplemente quieras que entienda por qué es una parte importante de tu vida, tener esa conversación inicial es crucial para abrir la comunicación.

¿No estás seguro de cómo empezar? Acá desglosamos algunos de los consejos y matices más útiles al hablar con tus seres queridos sobre el cannabis para un enfoque que efectivamente elimine las raíces enredadas del miedo al cannabis y los conceptos erróneos.

Sabemos que puede ser difícil, especialmente si estuviste lidiando con vibras anti-cannabis durante años, pero la única manera de llegar a alguna parte con la conversación es tomándote el tiempo de escuchar, primero.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de tus seres queridos y de dónde se originaron sus ideas sobre el cannabis? ¿Tuvieron alguna experiencia negativa con el cannabis en el pasado? ¿Cuáles son algunas de las influencias que dieron forma a su forma de pensar?

Hay que tener en cuenta que cualquier persona que esté en contra del cannabis legal hoy en día es probable que se presente con sesgos preconcebidos de los que quizás ni siquiera sean conscientes, y responder con agresividad o impaciencia solo validará su perspectiva.

Tratar de mantener una mente abierta y escuchar las inquietudes con genuino interés y curiosidad es fundamental. Una vez que los seres queridos ventilen sus quejas, es hora de regresar con una respuesta.

Lo ideal es aprovechar esa oportunidad para responder cualquier pregunta que puedan haber hecho, abordar cualquier información errónea que puedan tener o simplemente responder con su opinión sobre sus percepciones.

Una vez más, la paciencia es clave durante toda la interacción, de lo contrario, cualquier cosa que tengamos que decir probablemente caerá en oídos sordos.

Para esto, podemos hacer algunas preguntas propias para comprender mejor de dónde vienen y cómo podríamos ayudarlos a ver las cosas desde una nueva perspectiva.

Las preguntas que se podrían hacer pueden incluir:

¿De dónde crees que vino tu información sobre el cannabis?

¿Es posible que tu información esté desactualizada?

¿Estarías dispuesto a considerar nueva información sobre el cannabis?

También es importante llegar a este segmento de la conversación con transparencia. El cannabis no es 100 por ciento malo, pero tampoco es 100 por ciento bueno. Sí, es un producto versátil de medicina y bienestar; no, no es un té de tilo.

En otras palabras, hay que asegurarse de no defender ciegamente todos los aspectos de la planta; es igualmente esencial reconocer los riesgos que conlleva el cannabis para que las personas puedan tomar la mejor decisión por sí mismas.

Pero lo mas importante, es llegar a la conversación preparado. Conocer la ciencia básica de la planta y cómo funciona con nuestros cuerpos, un poco de historia y cualquier otra cosa que creamos que les pueda interesar aprender es fundamental.

Hay que hacer la tarea con anticipación, y anticiparse a los argumentos o conceptos erróneos que puedan surgir.

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