«South Park» fue una serie que se caracterizó por su animación poco trabajada y, sobre todo, por la trama que se sirvió de su riego, incorrección y brutalidad para hacerse un hueco en un lugar especial que ocupan las series animadas más aclamadas y salvajes de la televisión, en la que han permanecido durante más de 20 años.

South Park fue creada por Trey Parker y Matt Stone y la historia (su punto de partida más específicamente) se centra en cuatro chicos de un colegio de primaria (Stan, Kyle, Eric y Kenny) del pueblo de South Park, en Colorado, quienes van viviendo aventuras rodeados de palabras malsonantes y muertes no-tan-trágicas junto a otros compañeros, amigos y familia. A partir de ahí empiezan aventuras rodeadas de locura extrema. Eso sí, no apto para niños.

De sus más diversos episodios, en esta ocasión vamos a hablar de algunos de los que tratan específicamente sobre drogas.

El Gran Tetaje

Si de homenajes directo a película hay que hablar, “El Gran Tetaje” es el episodio. Basado en la cinta canadiense Heavy Metal, una de las obras maestras del cine de animación para adultos, este fue uno de los mejores capitulos de south park porque vemos cosas desde oler pegamento, tomar jarabe, inhalar pintura, ahorcarse: todo se queda corto en esto de “ponerse en nota” (ya saben, “colocarse”).

En el episodio en cuestión, los niños deciden probar con la orina del gato macho, una droga que los hace viajar de forma extrema. “Aparentemente, causa un estado de euforia conocido como ‘queseando’ ¿Por qué ‘queseando’? Porque huele a fondue”, dicen en el noticiero.

Hacia el final de la historia, los gatos quedan marcados como “animales letales” y los chicos van a intentar sacar a Kenny de su nueva adicción: intentar masajear las tetas de una chica medieval en pleno trip lisérgico.

Pollo Frito Medicinal

Hay gente que no es fanática de los deportes y por eso, para zafar de los ejercicios de fútbol, Cartman finge tener dolor de panza. Y parece que va a safar y todo le saldrá al filo de la letra, sin embargo, todo cambia con las situaciones que vienen inmediatamente después: es que tras esos entrenamientos, los chicos van a comer todos juntos al “Pollo del Coronel”.

Sin embargo, el restaurante de pollo frito favorito de Cartman cerró y, en su lugar, abrieron un dispensario de marihuana medicinal. Es así que gracias a la existencia de las nuevas leyes estatales, Randy se tienta con la marihuana y recibe la negativa del vendedor: “Usted necesita una prescripción de su médico”.

Con el objetivo de probar maría y teniendo en cuenta que tiene una salud perfecta, Randy decide poner sus propios testículos en el microondas para autoproducirse un cáncer lo cual le permitiría acceder al cannabis medicinal.

Hay homenajes a Scarface y una de las imágenes más asquerosas y conocidas de la existencia de la tekeisión: Randy cabalgando sobre sus propios huevos.

Verano Minusválido

Vuelve el viejo amigo de los chicos, Toallín, quien estaba a full con el consumo de drogas y pasa de fumar cannabis a meterse con la heroína, la metanfetamina y el crack.

En la desesperación que implica intentar conseguir la droga y pagarla, él comienza a robarle a todo el mundo y a tener sexo con hombres mayores a cambio de dinero para conseguir drogas.

Sin embargo, la cosa no va bien y Toallin tiene muchas deudas que pagar. Para ello los chicos le consiguen un trabajo en un campamento para niños con capacidades diferentes (obviamente veremos como Jimmy se destaca, como siempre). Y, una vez ahí, la cosa no para de empeorar: en plena crisis de abstinencia, Toallín termina inhalando aire comprimido.

El episodio en cuestión se caracterizó por ser contado como un reality show de “intervención”, lo cual convirtió a Verano Minusválido en uno de los episodios más crudos y, sí, más tristes de toda la serie.

Granjas Tegridad

El tierno Butters se destaca por tener una habitual inocencia lo cual le sirve para múltiples cuestiones. En esta ocasión el personaje se pone a vender vaporizadores. Y hay que decir que lo hace tan bien que hasta los niños de jardín empiezan a fumar cigarrillos electrónicos de nicotina sabor cereza, limón y frambuesa.

Mientras todo esto ocurreRandy, en una de sus tantas decisiones intempestivas (¿cuándo no?), sugiere “volver a empezar y retornar a tiempos más simples”. Por eso, los Marsch se trasladan a una granja para dedicarse a la agricultura.

Es así que ponen en venta su casa, cargan sus petates y se mudan a un campo en Colorado. Y esta elección no ocurre al azar porque se trata del primer estado en legalizar marihuana en los Estados Unidos.

Y como la marihuana es legal, empieza a plantar marihuana orgánica, la cual se convierte en la nueva obsesión de Randy. Su marihuana fue aprobada por Toallín, el personaje más fumón de la serie, así que la cosa sólo puede marchar bien.

Especial Pandémico

El Especial Pandémico es de esos episodios que ponen a flor de piel la moral de cualquier televidente, a provocar desde lo verídico y a flashearla como nunca.

Tomando una situación real que produjo el covid y la crisis económica que vino después, Randy sigue al frente de su granja de marihuana medicinal. Y, mientras toda la economía se hace añicos y la muerte literalmente ronda el condado de South Park, Randy parece saber lo que hace porque, de repente, todos quieren su “medicina”.

Así, el coronavirus, como un fantasma que toma cada momento del episodio se hace presente en modo de chistes negros hasta mostrar la más incómoda verdad: la policía maneja el colegio, el pánico irrumpe colectivamente, nadie tiene una cura y los cárteles dicen “cerrado por Covid”.

Y mientras toda esa locura ocurre, los científicos dan con el origen de la pandemia: primero un murciélago, después un pangolín. ¿Cómo mutó el virus para saltar de esos bichos hasta los humanos? ¿Tuvo Randy algo que ver en todo esto? ¿Qué es ese sospechoso bigotito que le sale a la gente después de fumar su porro?