El cannabis es una planta resistente, pero a veces sufre de plagas, exceso o falta de nutrientes. Muy a menudo, estos problemas se presentan en cultivos de personas que recién comienzan con estas practicas, pero incluso los más experimentados se enfrentan a desafíos con sus plantas de vez en cuando.
Afortunadamente, si los problemas se detectan lo suficientemente temprano, los cultivadores pueden hacer algunos cambios en sus prácticas de cultivo que pondrán a las plantas en camino hacia la recuperación. Una de las formas más fáciles de identificar los problemas de salud de la planta es examinando las hojas diariamente.
La forma y el color de una planta comunica bastante sobre la salud de la misma y nos muestra signos reveladores sobre lo que el cultivador está haciendo mal o puede mejorar.Estas son algunas de las anomalías foliares más comunes.
Hoja Amarilla: En el caso de las puntas, cuando se muestran amarillas, o ligeramente rizadas (aparte de amarillas) puede ser señal de una pequeña quemadura de nitrógeno por exceso de nutrientes. Abusar con los nutrientes es un problema común para los cultivadores principiantes que asumen que más cantidad es mejor. La mejor es leer la etiqueta del producto y reducir ligeramente la dosis. Después de ajustar la cantidad, evaluar cuidadosamente las hojas nuevas que se forman a ver si el problema continua. Las hojas amarillas también pueden ser un signo de estrés por calor. Hay que mantener el área de crecimiento a 23/26 grados constantes para evitar este problema y los ventiladores funcionando incluso cuando las luces estén apagadas. Los niveles de pH también pueden provocar este síntoma.
Manchas amarillas y marrones en las hojas: Cuando las puntas amarillas no se tratan, este síntoma va a empeorar y propagarse en casi toda la hoja. Para solucionarlo hay que ajustar la dosis de nutrieres correctamente. Hay que tener cuidado con los sustratos que ya contienen nutrientes.
Manchas blancas en las hojas:Esto es signo de moho blanco y ocurre en un lugar de cultivo que es demasiado húmedo. Para prevenir este problema hay que reducir la humedad con mayor ventilación. Para tratarlas, hay que lavar las hojas con un paño o servilletas húmedas y secarlas con ventiladores. También se puede rociar con SM-90 (1 medida de producto x 5 medidas de agua) tanto en etapa de crecimiento como en la de flora. En el proceso de floración, se puede ver el moho en los cogollos como una pelota de araña.
Hojas caídas: El riego excesivo o insuficiente son dos de los errores más comunes de los cultivadores, sobre todo el exceso de agua. Las hojas caídas son una señal de eso. La falta de agua nos va a mostrar hojas débiles que también terminaran cayendo. Si la tierra está seca, hasta un pulgar más o menos abajo de la superficie, las plantas necesitan más agua. La solución para esta problema es fácil ya que sería regular el riego y las plantas se recupera muy rápido.
Hojas dañadas: Cuando las hojas están cortadas o lastimadas es señal de plaga. La de ácaros es la más común. Estos bichos muerden las hoja y le chupan los líquidos. Para evitarlos la ventilación es clave, y revisar las plantas constantemente. Rociarlas con algún producto para ácaros un poco antes de que se apaguen las luces y mantener los ventiladores circulando aire en el cuarto de cultivo puede terminar con la plaga. Si el cultivo presenció ácaros, antes de volver a cultivar en ese indoor hay que desinfectarlo a fondo.
Aprender a examinar las hojas de cannabis como un paso más en la técnica de cultivo es muy importante. Esto nos va a permitir tratar los problemas temprano, y salvar la planta o evitar que su producción no sea exitosa.