Germinaste, sembraste, cultivaste, regaste, cuidaste tus plantas todos los días. Te ocupaste de evitar que tengan plagas y que crezcan fuertes y sanas. Llegó la hora de cortar y secar, y por último, guardarlas. Y un día, vas al frasco y vez moho en tus hermosos cogollos. Para que esto sea solo una pesadilla seguí nuestros consejos sobre cómo evitar que esto le pase a tus cogollos.
Principalmente esta bueno saber que si tus cogollos se honguearon o tienen moho lo mejor es tirarlos. Se considera muy peligroso inhalar moho y te pueden provocar vómitos, dolor de cabeza y hasta neumonía.
El moho es un tipo de hongo que forma algo parecido a unos hilos o telas de araña que se llaman hifas. El moho puede aparecer en muchas fases de crecimiento de la planta ya que vive de la humedad. Pero en la cosecha es letal, porque ya no hay vuelta atrás. Lo primo es detectarlo y esto se hace con la vista y el olfato. Con una luz potente, mirá los cogollos y si ves una sustancia peluda de color gris, amarillo o marrón estas es presencia de moho. A veces es más sutil porque todavía no se formaron las hifas, entonces ahí podemos ver unos puntos negros que tienen algunos hilos a su alrededor. Los olores a sudor o un poco ácidos como al de orina son dignos de entrar en alerta.
Para evitar este hongo en tus flores, es fundamental secar y curar la marihuana. Si cortas en verde, si o si esparcí los cogollos en una malla bien separados y secalos en un ambiente seco y con ventilación antes de guardarlos en frasco de vidrio super limpios. Si cortas en seco, colgá las ramas en una habitación libre de humedad. Para curarlos, mete los cogollos en un frasco de vidrio hermético bien desinfectado anteriormente y guardalos en un lugar fresco y oscuro. Todos los días revisá, y si encontrás uno cogollo sospechoso separalo inmediatamente para que no contagie al resto.