Suelo vivo: Potenciar los cultivos de manera organica

 

SUELO VIVO: POTENCIAR LOS CULTIVOS DE MANERA ORGÁNICA

La naturaleza tiene una onda entre las plantas y la vida microscópica que vive en el suelo: hongos, bacterias y muchos otros bichos. Todos estos microbios arman una red en el suelo que ayuda a las plantas a crecer, y a cambio, las plantas les dan azúcares y carbonos que sueltan a través de las raíces.

El Suelo Vivo o Living Soil es un concepto que busca crear una red natural de microbios y microorganismos en el suelo. Esta idea se basa en imitar un ecosistema natural al aire libre, donde estos microorganismos mejoran la capacidad del suelo para sostener el crecimiento de las plantas, y son clave en la disponibilidad de nutrientes.

En una cucharadita de tierra pueden haber entre 10.000 y 50.000 especies diferentes. En ese espacio tan chiquito hay más microbios que personas en la Tierra. Estos microorganismos, como bacterias, protozoos, artrópodos, nematodos, hongos y más, juegan un papel muy importante en el ciclo de nutrientes y agua para nuestras plantas.

Los que cultivan con suelo vivo no necesitan fertilizantes artificiales, ya que los microbios comen y digieren los compuestos para crear fertilizantes biodisponibles. De esta manera, se crean cultivos orgánicos que, en muchos casos, no necesitan pesticidas porque las plantas sanas se defienden mejor naturalmente.

El uso de Suelo Vivo permite reutilizar el suelo una y otra vez, lo que reduce el gasto de sustratos nuevos y el trabajo de sacar el suelo viejo para poner uno nuevo. Además, se necesita cada vez menos agua a medida que el suelo envejece, y se logran suelos fértiles y biodisponibles.

¿Cómo hacer suelo vivo?

Para generar un suelo vivo en tu jardín o huerto, es necesario seguir ciertos pasos. Lo primero es seleccionar un sustrato de calidad, preferiblemente orgánico y sin químicos. Luego, se deben agregar microorganismos como hongos y bacterias beneficiosas al suelo para que comiencen a formar una red simbiótica con las plantas.

Para hacer esto, se puede utilizar compost o abono orgánico que ya contengan microbios beneficiosos, o bien se pueden adquirir estos microbios en tiendas especializadas. Además, es importante mantener una buena humedad en el suelo y asegurarse de no usar pesticidas químicos, ya que esto puede matar a los microorganismos beneficiosos.

Al crear un suelo vivo, se promueve la biodiversidad y se mejora la calidad del suelo. Las plantas tendrán un acceso más fácil a los nutrientes, lo que se traducirá en un mejor crecimiento y en una mayor resistencia a enfermedades y plagas.

Existen varias formas de mejorar la fertilidad del suelo. Aquí te presento algunas opciones:

  1. Agregar abono orgánico: El abono orgánico es una excelente opción para enriquecer el suelo con nutrientes relevantes para las plantas. Algunos ejemplos de abono orgánico son compost, estiércol, hojas secas, restos de cosecha, entre otros.

  2. Cultivar plantas leguminosas: Las plantas leguminosas como los frijoles, la soja, las arvejas y los garbanzos tienen la capacidad de fijar el nitrógeno en el suelo, lo que ayuda a mejorar su fertilidad. Además, estas plantas son ricas en nutrientes y pueden ser usadas como abono verde.

  3. Usar fertilizantes orgánicos: Los fertilizantes orgánicos son una buena opción para aportar nutrientes al suelo de forma natural. Ejemplos de fertilizantes orgánicos son el guano, la harina de huesos, la harina de pescado y el compost de té.

  4. Rotación de cultivos: La rotación de cultivos implica cambiar la ubicación de las plantas en el jardín cada temporada. Esto ayuda a evitar la acumulación de enfermedades y plagas en el suelo, y permite que el suelo se recupere y se nutra de diferentes formas.

  5. Evitar el uso de productos químicos: El uso excesivo de productos químicos puede dañar la fertilidad del suelo. Por eso, es importante evitar el uso de pesticidas y herbicidas y optar por alternativas naturales como aceites esenciales y soluciones de agua y jabón.

¿Qué funciones cumplen los microorganismos del suelo?

Los microorganismos del suelo tienen diversas funciones en el ecosistema. Uno de sus roles más importantes es el de degradar y reciclar materia orgánica, lo que ayuda a mantener la fertilidad del suelo. También son importantes para la formación de la estructura del suelo y para mantener la biodiversidad del ecosistema. Además, los microorganismos pueden fijar nutrientes, como el nitrógeno, en formas que las plantas pueden absorber. También pueden ayudar a las plantas a resistir enfermedades y plagas al competir con los organismos que causan esas enfermedades. Así, los microorganismos del suelo son esenciales para mantener la salud del suelo y el ecosistema en general.

¿Qué son los cultivos orgánicos?

Los cultivos orgánicos son aquellos que se cultivan sin utilizar químicos artificiales ni pesticidas. Es decir, son producciones que se llevan a cabo utilizando técnicas naturales, sin la ayuda de agroquímicos y otros productos químicos sintéticos.

Los cultivos orgánicos se caracterizan por utilizar técnicas de cultivo que favorecen la fertilidad del suelo, la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Además, se promueve el uso de abonos y fertilizantes naturales y se evita el uso de semillas transgénicas.

Los cultivos orgánicos no sólo son beneficiosos para el medio ambiente, sino que también son más saludables para las personas que los consumen, ya que no contienen residuos químicos tóxicos.

 

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