Primero lo primero. En el mundo de la germinación y el cultivo, cada grower tiene sus métodos y mañas. No funciona para todos por igual, lo mismo que con el consumo. Conocerse como cultivador es el primer paso. Con tiempo, probando, equivocándose y adquiriendo experiencia, uno arma su propia guía de cultivo. Nosotros queremos tirarte la data que, a nuestro criterio, funciona. El guardado, cuidado y germinación de la semilla es igual de importante al de la planta. Acá van unos consejos para que tu semilla sea flor.

Conservación de semillas.

La organización es clave y etiquetar los recipientes en donde pones cada semilla te va a ayudar a saber que strains cultivaste para que cuando te pregunten: -¿Qué es esta bomba que estamos fumando?, puedas tirar la posta. Si se envasan al vacío, mucho mejor. Evitas que entre aire y con este, humedad. Guardá las semillas a oscuras, en un lugar fresco y seco (alacena va, siempre y cuando no esté cerca de algo que tire calor o frio), que no supere el 5% de humedad para que no empiecen a germinar y para que no se active ninguna peste, que suelen aparecer cuando hay más de 10%. Si las guardas bien, las semas te pueden durar hasta 5 años. Igual, con el paso del tiempo inevitablemente pierden potencia. Evitá las semillas que tienen cáscara finita.

Germinar es cultivar.

El principal estímulo de germinación es la humedad, porque las hormonas de las semillas se activan a partir de este proceso. Para el guardado la clave es que estén secas, para la germinación, lo contrario. Dos técnicas simples con amor:

AL PLATO:


Para rookies y expertos. Necesitas dos platos del mismo diámetro, papel absorbente o de cocina y un rociador con agua. Ponés el primer plato como base, una servilleta doblada en cuatro y la rocías con un poco de agua. No tiene que estar empapada, pero si húmeda en su totalidad. Apoyas las semillas encima y las tapas con otra servilleta, mismo doblado, misma cantidad de agua. Le ponés el plato dado vuelta arriba y se guarda en lugares que no les de luz ni calor. A los dos días se puede abrir y si el papel está seco, rociar un poco más hasta que germine por completo. Te vas a dar cuenta cuando una raíz blanca empieza a asomar.

 

Turba:

También se conoce como turba prensada o de coco. Este método es más pro porque el PH del agua influye más. El nivel ideal es 5.5 o 6 y se mide con un medidor de PH que podes comprar en casi cualquier grow. El agua mineral funciona. Sumergís la turba hasta que se hinche y esté empapada. Casi que dobla su tamaño. Cuando la retirás del agua, la escurrís bien con las manos hasta que no caiga más agua. Se suave, no la aplastes. Agujereás la turba con cualquier objeto punzante que tengas, tipo aguja de tejer, solo 1 o 2cm y colocás la semilla con la punta más gruesa hacia arriba. Tapas un poco el agujero original con la misma turba, sin apretar. Se guarda en un recipiente que se pueda abrir para cada tanto rociar las paredes con agua y generar humedad.

Si la semilla no germinó, repasá paso a paso lo que hiciste pero no te olvides que acá estamos jugando con la naturaleza, y esta tiene sus propios tiempos y leyes. Las semillas son vida y a veces, no viven. No te bajonees y no dejes de probar otra vez, que el que abandona no tiene premio, ni faso.

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