¿Cuánto tarda en crecer una planta de marihuana? 

Todo empieza con una pequeña semilla de marihuana. Y mucha paciencia, un aspecto fundamental, no solo para tu vida, sino también para el crecimiento de una planta que tiene un proceso. 

Para que desarrolles una planta de cogollos envidiables, el tiempo y la forma en que la cuides serán las que marcarán la diferencia entre una buena planta turgente y productiva, o un “montón de ramas” sin apenas follaje ni producción.

A motivo de esto, venimos a hablarles del tiempo que tarda una planta desde su germinación hasta que está lista para ser cosechada. 

El crecimiento de la planta de cannabis se divide principalmente en 3 etapas principales: germinación, vegetativa y floración. Cada una tiene sus propias necesidades medioambientales y nutricionales, incluso diferentes fotoperiodos (horas de luz/oscuridad). A continuación les contamos un poco de cada una. 

Germinación

Este es el periodo en el que las semillas de marihuana pasan a convertirse en plántulas. En el caso contrario, si usas esquejes, este tiempo de germinación se identificará con el tiempo de clonación y enraizamiento del mismo.

Podrás encontrar distintas técnicas de germinación, pero la más usada y recomendada es la que se sirve de una servilleta o papel húmedo como base de la semilla. No obstante, hay quienes prefieren usar otros métodos que no recomendamos demasiado como hacerlo sobre algodón húmedo, directamente en tierra o disco jiffy o en agua.

Hay algunos cultivadores que se sirven también de estimuladores para la germinación que favorecen el metabolismo inicial de la semilla y reblandecen su corteza, logrando, de esta manera, que el tiempo de germinación se reduzca prácticamente al de un día en la mayoría de casos.

Para lo demás, este tiempo será relativo porque también jugarán factores como el tipo de variedad y la calidad de la semilla. También habrá que tener en cuenta la antigüedad de la semilla, su fertilidad y la forma en que se ha conservado. Sin embargo, no importa si son semillas feminizadas o semillas autoflorecientes.

La plántula va a tardar en brotar, más o menos, entre unas 24 a 72 horas, aunque también puede ocurrir que esta parte del proceso dure hasta 5 o incluso 10-15 días. Eso sí, lo crucial en esta etapa es que las condiciones del agua y humedad sean las óptimas, como también la oxigenación y que la temperatura durante esta fase oscile entre los 21-24ºC.

Fase vegetativa

Es la fase central en el desarrollo de nuestra planta y una de las más importantes.

Después de haber pasado la etapa de germinación, conseguir nuestra plántula y proceder a su trasplante (sea a jiffy o directamente a maceta), comenzará la fase de crecimiento. Como su nombre indica, acá verás como la planta tiene su mayor estirón hasta adquirir la morfología y el tamaño necesarios para procurar en su desarrollo el siguiente estadio, la floración.

En esta fase, por lo general se recomiendan dieciocho horas de luz por seis de oscuridad al día. Verás que el fotoperiodo será mayor que en la anterior y sucesivas y que será clave que haya un perfecto equilibrio entre luz y oscuridad. 

¿Por qué también importa la oscuridad? Porque es acá cuando se produce el intercambio de gases esenciales para el metabolismo de las células vegetales.

Este periodo, como dijimos anteriormente, durará más o menos de acuerdo al tipo de semilla, la variedad y/o el tipo de cultivo. Las autoflorecientes, por un lado, serán más rápidas que las feminizadas y al mismo tiempo, los cultivos de interior serán más rápidos que los exteriores. Además, si usas una fuente lumínica de mayor potencia, lograrás obtener un crecimiento más acelerado que con luces de menos potencia.

Por lo general, en interior, esta fase durará de unas 3 o 4 semanas (21 a 25 días) para autoflorecientes y alrededor de 6 u 8 semanas en adelante para feminizadas. Aunque las regulares y feminizadas, en exterior, tienen un tiempo que ronda los 8-9 meses de crecimiento, en uno de interior podrás forzar el crecimiento más de lo habitual y reducir su ciclo ordinario. Aún teniendo en cuenta esto, es difícil estandarizar el tiempo que dura la fase como ocurre con cualquier otro periodo. Esto es debido a la cantidad de factores ambientales, vegetales y externos (abonos y pericia del cultivador) que pueden marcarnos el cultivo. 

Floración

Este es el último de los periodos del cannabis. Su inicio va a depender del tiempo de crecimiento que le demos a la planta y de que tenga todas las características adecuadas para sostener esos cogollos que estará desarrollando.

Puede ocurrir, entonces, que si vemos que nuestra planta es débil o pequeña y sin señal alguna de inflorescencias, tengamos que aguantar más la fase de crecimiento.

Por otro lado, y conociendo como son las variedades autoflorecientes, podrás ver que estas marcarán su floración de manera prácticamente autónoma; y en este caso nosotros simplemente cambiaremos su fotoperiodo cuando así lo requieran. Las semillas de temporada en cambio, sí dependerán en interior de la mano del cultivador y, por lo tanto, habrá que cambiar el fotoperiodo a doce horas de luz y oscuridad por día, para inducir a la planta por estrés lumínico la fase de floración.

Cuando llegue el momento de decidir cuándo acaba la floración y cuándo habrá que limpiar las raíces y cortar la planta, es fundamental que observes el total desarrollo de los cogollos. Si bien el tiempo puede ser relativo, como dijimos anteriormente, lo esencial es que observemos que los cogollos van engordando hasta cubrir o verse enterrados en él la mayoría de los pistilos. Una vez desarrollados los mismos, el tiempo de cosecha marcará la maduración y oxidación progresiva de los pistilos y tricomas, hasta adquirir ese característico color ámbar/miel.

Entonces, en interior, las autoflorecientes completarán su desarrollo final en unas ocho semanas, mientras que las feminizadas, podrán extenderse más en función del crecimiento que le hayamos procurado. Sin embargo, lo más normal es alrededor de 10-12 semanas en adelante.

En este sentido, las fases de toda planta tienen un tiempo determinado. Lo mejor es dejar que el ciclo se cumpla de la forma más natural posible, sin forzar a nada, motivando a la planta a que alcance su mejor desarrollo y crecimiento. 

Podés ver nuestros últimos contenidos..