Tips para cultivar marihuana con semillas feminizadas junto a @bsfseeds 

Cuando una persona busca empezar a cultivar cannabis, hay miles de preguntas que comienzan a hacerse. Y no solo eso, los miedos de afrontar un cultivo, de tener que hacer crecer plantas y cuidar de que no se mueran, es grande.  

En este sentido, si tenés interés en cultivar para tu autoconsumo, lo más recomendable sería usar semillas feminizadas para lograr la cosecha que tanto necesitas.

Pero ¿Qué son las semillas de marihuana feminizadas? Son las que suelen estar destinadas a eliminar por completo la posibilidad de producir plantas masculinas. Aún así requieren del mismo cuidado y condiciones específicas de crecimiento, pues son igual de fotodependientes que las regulares: requieren cambiar el fotoperiodo de 18 a 12 horas de luz diarias para comenzar la floración. En interior es el cultivador el que decide el cambio de fotoperiodo, controlando el periodo de crecimiento al gusto. A diferencia de las plantas macho, las plantas femeninas son productoras de cogollos con contenido de THC.

¿Y cómo se pueden producir las semillas feminizadas? 

La técnica más recurrente es usar plantas con tendencia hermafrodita para alterar el genoma de la marihuana.

Para hacerlo, primero, por un lado, deberás seleccionar plantas hembra para llevar a cabo su exposición a una situación de estrés hormonal. ¿Cómo lo harás? Vas a tener que cultivarlas en condiciones ambientales poco favorables en las que no podrá encontrar forma alguna de reproducirse: para esto podrías seguir ciclos de luz interrumpidos o bien podas que la animen a producir flores macho.

Como consecuencia de esta situación de estrés, y como parte de su mecanismo de supervivencia, algunas de las plantas sometidas a estrés producirán unos sacos de polén para polinizar a sus propias flores femeninas, mostrando así una tendencia hermafrodita. Cuando esto ocurre, el polen de esos sacos será de cromosoma X –y no de cromosoma Y como sería habitual en una planta macho- y al polinizar las flores femeninas dará lugar a semillas de cannabis feminizadas con un cromosoma XX. Todo este proceso permitirá garantizar en un 99.9% de los casos que la planta resultante de la plantación de esas semillas feminizadas sean hembras.

La única desventaja de todo este proceso es que las semillas feminizadas resultantes pueden heredar la tendencia hermafrodita de la planta, reduciendo así su efectividad. Por ese motivo, muchos cultivadores han optado por el uso de diversos tipos de plata como la Solución de Tiosulfato de Plata (STS), la cual tras aplicar una disolución química causará el estrés hormonal en la planta pero reducirá la tendencia a volverse plantas hermafroditas.

Algunas características

Conocer este tipo de semillas es crucial para afrontar las diferentes características que la identifican. 

En el cambio a floración, por ejemplo, las feminizadas requieren, en el interior, de un trabajo manual: deben pasar de 18 a 12 horas bajo la luz; mientras que en exterior dependen de un calendario fijo en el que, siguiendo el tiempo del hemisferio norte, se planta entre marzo y junio, y se cosecha desde septiembre hasta noviembre.

Las feminizadas se conocen por tener un ciclo vital más largo. Es por este motivo que requieren mayor experiencia y conocimientos básicos para evitar daños e imprevistos durante el cultivo. Sin embargo, si las tenés en un cultivo de interior, se puede controlar el desarrollo de las plantas, alargar su fase vegetativa y retrasar la floración si hubiese algún problema o deficiencia de nutrientes.

Lo bueno de ellas es que les podés realizar diferentes tipos de podas para controlar la altura y moldear la apariencia de las plantas, cosa que no ocurre con las autoflorecientes. Por ello, alargar el tiempo de la fase vegetativa o bien sembrar la semilla de manera temprana, posibilita alcanzar un mayor tamaño de los ejemplares.

Respecto a la relación cáliz/hoja ganan lugar las feminizadas, ya que las autos suelen formar más hojas y esto dificulta el trabajo de recoger las flores durante la cosecha.

En cuanto a los cogollos, las feminizadas, sobre todo las índicas, presentan una buena densidad. Además generan más resina en torno a las flores, lo que significa que tienen sabores y aromas más intensos. Asimismo, por su genética Ruderalis, las automáticas suelen contener menos THC que las fotoperiódicas. 

Consejo a tener en cuenta a la hora de cultivar semillas feminizadas

1- Impedir la sequedad de la planta:

A la hora de cultivar con semillas de marihuana feminizadas es muy importante que evites que la planta se reseque manteniendo buenos niveles de agua.

2: No ahogar el cultivo:

A pesar que el riego del cultivo es algo indispensable para la planta, debés procurar establecer los niveles de agua adecuados para evitar que tenga agua excesiva.

3- Usar sistemas hidropónicos:

esta es una de las mejores formas de mantener buenos niveles de agua para regar nuestras plantas.  

4- Mantener una humedad alta:

como en todo cultivo, la humedad es crucial. En este caso, es indispensable que la humedad ambiental se sitúe por encima de un 60% para lograr un periodo de crecimiento y floración adecuados.

5- Mantener una temperatura adecuada:

Cultivar marihuana en entornos con exceso de calor perjudica el desarrollo de nuestra planta. Por este motivo, recomendamos mantener una temperatura media de entre 20-22 grados.

6- Utilizar una iluminación apropiada:

Si utilizás una luz de tonalidad rojiza, lo más probable es que nuestras plantas de marihuana se estresen. Por ello, nuestra recomendación es usar una luz azulada o blanca.

7- Suministrar nitrógeno:

Para un crecimiento y desarrollo natural de la planta es recomendable aportar nutrientes mediante nitrógeno, controlando bien los niveles de suministro para no cometer excesos.

8- Sustentar los niveles de fósforo y potasio:

Además de nitrógeno, el fósforo y potasio aportan beneficiosos nutrientes a nuestra planta durante la etapa de floración.

Si estás buscando un efecto eufórico y enérgico, podés optar por semillas feminizadas de variedad sativa como son Amnesia Bilbo, Kali Mist, Sweet tooth o Hawaiian Snow. Por el contrario, si lo que querés es lograr un efecto estimulante y relajante, podés optar por semillas feminizadas de variedad indica como son Blueberry, Kritikal Bilbo, California HashPlant o Blue Cheese.

Como todo cultivo, hay que cuidar las plantas y saber qué nutrientes y demás necesita para crecer con fuerza. Con estas recomendaciones y conocimientos necesarios, tus plantas feminizadas serán la envidia del resto de los cultivadores. 

¿Cuánto tiempo tarda en crecer una feminizada?

El tiempo que tarda en crecer una planta de marihuana feminizada puede variar dependiendo de varios factores, como la genética de la semilla, las condiciones ambientales, el método de cultivo y el cuidado que se le dé a la planta. En general, una planta hembra de 1 mes de edad puede tener un crecimiento promedio de entre 20 y 30 cm. A partir de este punto, la planta continuará su crecimiento vegetativo y, cuando alcance la madurez sexual, comenzará a desarrollar cogollos. Las semillas feminizadas son una opción popular para los cultivadores, ya que garantizan que todas las plantas serán hembras y producirán cogollos. Es importante monitorear las plantas regularmente para detectar cualquier signo de hermafroditismo y tomar medidas para evitar que se polinicen y produzcan semillas.

¿Cómo cultivar en interior semillas feminizadas?

Para cultivar en interior semillas feminizadas, se recomienda comenzar con una buena selección de semillas feminizadas de alta calidad. Luego, es necesario crear un ambiente adecuado con una temperatura constante, un buen sistema de ventilación y una iluminación adecuada. La luz debe estar encendida entre 18 y 24 horas al día durante la fase vegetativa y 12 horas durante la fase de floración. Además, es importante proporcionar a las plantas los nutrientes necesarios, como nitrógeno, fósforo y potasio, para un crecimiento saludable. También es importante controlar el pH y la EC del agua de riego para evitar problemas de sobrealimentación o deficiencia nutricional. Por último, es importante monitorear la humedad y el riego adecuado para evitar problemas de hongos o moho en las plantas.

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