Una unidad estándar de THC es de 5 mg. Este estándar ayuda a los investigadores a diseñar e interpretar estudios con mayor precisión. Al usar el mismo estándar de medición, los investigadores pueden sacar conclusiones de manera más efectiva y comparar los hallazgos de diferentes estudios. Sin embargo, actualmente no hay pautas disponibles sobre cuántas unidades de THC componen una dosis estándar.

Los fabricantes de cannabis y algunas organizaciones ofrecen sus propias recomendaciones sobre la cantidad de THC que se debe tomar. Los expertos recomiendan comenzar con 2,5 mg de THC, que es la mitad del estándar de investigación. Sugieren no exceder los 40 mg de THC por día.

Es importante recordar que las concentraciones de THC pueden variar considerablemente entre productos y dependiendo de cómo se ingiera el cannabis. Aunque estos productos indican cuánto THC contienen en la etiqueta, no hay garantía de que esta información sea precisa. De hecho, muchos productos informan que contienen menos THC de lo que realmente contienen.

¿Cuál es una cantidad segura de THC para consumir?

No hay recomendaciones oficiales sobre cuál es la cantidad segura de THC que se debe tomar. Esto se debe en parte a que se necesita más investigación para determinar cuál es una dosis segura. Además, el cannabis afecta a las personas de manera diferente dependiendo de qué tipo de producto es, cuánto se toma, cómo se toma, el nivel de tolerancia, pero, altura y edad del usuario. También es importante entender que el sistema endocannabinoide es diferente en cada persona, por lo cual no procesamos los cannabinoides de la misma manera. Esto, dificulta que los profesionales nos digan cuánto THC es seguro.

Por otro lado, hay varias formas diferentes de consumir productos de cannabis:

Fumar y vaporizar:

La marihuana “seca” o en su estado vegetal, puede fumarse en cigarrillos, en pipa o calentarse en vaporizadores. El aceite de cannabis también se puede vaporizar.

Comer o beber:

el cannabis se cocina comúnmente en alimentos o dulces, llamados comestibles. Las bebidas con infusión de cannabis como el té, también son comunes y se pueden preparar con facilidad.

Concentrados:

los concentrados de cannabis, como los aceites y la cera, se elaboran despojando a la planta de su resina utilizando dióxido de carbono, alcohol, butano y otros métodos. Estos métodos para eliminar el THC de la planta crean concentrados muy potentes que son básicamente THC puro.

La cantidad de THC que se encuentra en el cannabis puede variar según el tipo de producto:

El cannabis fumable puede tener una amplia gama de contenido de THC. Algunos cigarrillos pre-armados derivados del cáñamo tienen tan solo un 0,1 % de THC, mientras que la mayoría de los pre-armados o “pre-rolls” de los dispensarios tienen entre un 20 % y un 30 % de THC en peso.

Donde los productos comestibles de cannabis son legales, como las gomitas o galletitas, generalmente están estandarizados por ley, a 5 mg por porción. Los concentrados de cannabis, como el rosin, el dabs, el shred y la cera, tienen la concentración de THC más fuerte, que oscila entre el 54 % y el 80 %.

Debido a que el THC afecta a las personas de manera diferente, si la intención es monitorear los efectos en uno, puede ser útil llevar un diario de las dosis y efectos. De todas maneras y como siempre decimos, siempre lo ideal es consultar con un profesional. Si el consumo de THC es con fines medicinales o terapéuticos, habla con tu cannamedico. Y si la intención es explorar de manera recreativa, habla con algún amigo cultivador o con alguna comunidad cannabica que seguro te van a contar su experiencia para saber por donde comenzar.