La práctica del yoga tiene muchas formas diferentes y, en última instancia, es una práctica de unificación que lleva al practicante a un estado innato de equilibrio, cultivando un espacio donde la mente, el cuerpo y la respiración están completamente integrados. La percepción cambia de la lente del ego a la lente del yo superior. Este estado de unidad es una experiencia directa de la vida que revela la separación como una ilusión obvia.

El cannabis, junto con muchas otras plantas sagradas, es una herramienta que puede ofrecer la experiencia de este mismo estado del ser. Como ha demostrado la ciencia, el cannabis activa nuestro sistema endocannabinoide, el sistema dentro del cuerpo que mantiene la homeostasis, el estado de equilibrio. También mejora todos nuestros sentidos, brindándonos un estado elevado de autoconciencia, que es un efecto de practicar yoga.

Dado que la mayoría de las cepas están etiquetadas como Indica, Sativa o Híbrida, esto puede orientarnos. Sin embargo, los efectos varían de persona a persona, por lo que es importante experimentar para descubrir cuál te gusta más.

Como se mencionó anteriormente, el yoga es una práctica que une la mente y el cuerpo, por lo que es útil trabajar con una cepa híbrida en lugar de catapultar tu atención completamente a tu cabeza con una variedad sativa o completamente a tu cuerpo con una variedad índica.

Un híbrido de dominancia sativa puede ser un gran compañero para las clases de estilo Vinyasa y Power yoga, como Jack Herer y White Widow. Un híbrido índica dominante puede ser ideal para prácticas restaurativas, Yin y de meditación, como OG Kush y White Diesel. Si realmente quieres encontrar tu cepa ideal, lo mejores es aprender sobre los terpenos y buscar cepas que contengan los terpenos con los que deseas trabajar.

Los comestibles que tienen una proporción igual de THC y CBD también son maravillosos compañeros de cannabis para el yoga, ya que ayudan a compensar un exceso de energía embriagadora. Si no estas buscando ningún efecto psicoactivo en tu práctica, quédate con el CBD, que para la mayoría de las personas reduce la ansiedad y la tensión, lo que permite un cultivo más fácil de la presencia.

Si planeas consumir justo antes de la práctica, podes elegir entre fumar o vapear. Fumar produce carcinógenos potencialmente dañinos, por lo que si preferís evitar esto, podes elegir vapear flores o concentrado. El concentrado es mucho más potente que la flor, así que tenenlo en cuenta cuando dosifiques.

Si tenes algo de tiempo antes de la práctica, lo mejor es elegir un comestible como una pastilla, una gomita o tintura sublingual, por nombrar algunos. Si no tenes suficiente tiempo para esperar a que haga efecto, podes consumir algún comestible que tenga un efecto rápido pero hay que tener en cuenta que vas a comenzar a sentirlo en algún momento durante la práctica.

Cosas que SÍ: Consumir menos de la dosis típica. ¿Por qué? La respiración yóguica crea un estado de conciencia que imita el nivel de presencia y el estado sensual elevado que ofrece el cannabis, por lo que si se consume demasiado, podría ser una sobrecarga. Cuando practicas solo, esto puede llevarlte a nuevas fronteras de la conexión mente-cuerpo que podes disfrutar explorando, sin embargo, si practicas con otros, podría llevarte a un estado de ansiedad.

Cosas que NO: Consumir y practicar con el estómago lleno. Trata de tener poca o ninguna comida en tu estomago. Y si vas a comer antes de la practica, lo mejor es una sopa o licuado de frutas. La digestión de los alimentos es una distracción para la práctica del yoga, que solo se intensifica cuando estas drogado.

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