El hachís es uno de los concentrados de cannabis más antiguos y valorados en la cultura del cannabis. Este concentrado, que se obtiene a partir de la resina de las plantas de cannabis, se distingue por su potencia y por sus efectos psicoactivos intensos. La elaboración de hachís de calidad no solo requiere paciencia, sino también un conocimiento adecuado de las técnicas para extraer y procesar la resina de manera eficiente.
Ya seas un cultivador experimentado o un principiante curioso, en esta ocasión te mostraremos el paso a paso para crear tu propio hachís en casa con resultados de alta calidad.
Cómo hacer hachis marihuana
El proceso para hacer hachís a través de la planta de marihuana, uno de los concentrados más populares y potentes, comienza con un paso fundamental: secar adecuadamente la marihuana. Este paso inicial asegura que los tricomas, responsables de los efectos psicoactivos, estén listos para ser extraídos.
Existen diversas formas de hacer hachís, las cuales se dividen en dos categorías principales: métodos sin solventes y fórmulas con solventes. A continuación, exploraremos cada uno de estos métodos en detalle, para que puedas elegir el que más se ajuste a tus necesidades y experiencia.
Métodos sin solventes
Los métodos sin solventes representan la forma más tradicional de hacer hachís, prescindiendo de sustancias químicas adicionales. En lugar de disolventes, se utilizan medios mecánicos, que permiten separar los tricomas de manera natural. Este enfoque es ideal para aquellos que buscan una opción más pura y artesanal. Los pasos comunes incluyen:
- Tamizado manual: En este método, la marihuana seca se frota contra un tamiz o filtro de seda. Esta acción desprende los tricomas de la planta, que se recolectan y almacenan para su posterior procesamiento.
- Recogida y presión: Una vez que los tricomas han sido separados, se recogen y se moldean en formas de bloques, bolas o tiras. Esto se logra aplicando una combinación de calor y presión, lo que permite que los tricomas se compacten y se conviertan en un concentrado sólido.
Este proceso tradicional es muy valorado por los puristas del cannabis, ya que resulta en un hachís muy limpio y sin químicos adicionales.
Fórmulas con solventes
Por otro lado, los métodos con solventes son más comunes en la actualidad debido a su capacidad para extraer más cannabinoides y terpenos de los tricomas, generando un hachís más potente y aromático.
En este tipo de técnicas se utilizan disolventes como el butano, propano o CO₂, que ayudan a disolver los aceites esenciales del cannabis. Uno de los métodos más populares dentro de esta categoría es el BHO (Butane Hash Oil), que utiliza butano para extraer los compuestos de la planta.
- Extracción con Butano: En el proceso de BHO, el butano se pasa a través de un tubo lleno de material vegetal, disolviendo los aceites y resinas que luego se recolectan y purifican.
- Eliminación de Residuos: Un paso crucial en este proceso es la eliminación de cualquier residuo de disolvente, para garantizar que el producto final sea seguro para su consumo. Esto generalmente se realiza mediante un proceso de purgado bajo vacío, que ayuda a eliminar los rastros de butano y otros disolventes.
Los métodos con solventes pueden generar un hachís más potente, pero también requieren un cuidado adicional para asegurar que el producto final sea seguro.
Cómo hacer hachís: diferentes métodos
Existen diversos métodos para hacer hachís, cada uno con sus propias ventajas y pasos específicos. A continuación, te presentamos una descripción detallada de los métodos más populares para la elaboración de este concentrado de cannabis.
Método 1: frotado a mano
El frotado a mano es uno de los métodos más sencillos y tradicionales para hacer hachís. Aunque es un proceso laborioso y de bajo rendimiento, sigue siendo utilizado en algunas regiones de la India y Nepal. Este método no requiere más que tus manos limpias y algunos cogollos de cannabis. A continuación, te explicamos cómo hacerlo:
- Limpieza de las manos: Lava bien tus manos con un jabón sin residuos ni fragancia para evitar contaminantes.
- Preparación del cogollo: Retira las hojas y ramas del cogollo de cannabis.
- Frotado: Coloca el cogollo entre tus palmas y comienza a frotarlo con movimientos circulares. Asegúrate de no aplicar demasiada presión para no contaminar el hachís con material vegetal.
- Recolección de la resina: Al frotar, verás que se forma una resina pegajosa en las palmas de tus manos, que es el hachís (o chara). Raspa esta resina y compacta en forma de bloque o bolita.
Método 2: Tamizado en seco
El tamizado en seco es uno de los métodos más fáciles y efectivos para hacer hachís. Consiste en tamizar restos de cannabis para separar los tricomas (kief), que luego se compactan en un bloque. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
- Preparación: Coloca una hoja de papel de horno sobre una superficie limpia y pon el tamiz encima. Coloca los restos de cannabis sobre el tamiz y asegúrate de romper los trozos grandes.
- Tamizado: Usa tus manos para mover el material a través del tamiz, separando los tricomas del material vegetal. La cantidad de kief recogido debe ser aproximadamente entre un 10-20% del material utilizado.
- Compactación: Usa una tarjeta de crédito para formar un montoncito de kief en el papel de horno y presiona para obtener un bloque de hachís.
Método 3: Batidora
Usar una batidora es otra forma sencilla de hacer hachís en casa. Este proceso utiliza hielo y agua para ayudar a separar los tricomas. Aquí te explicamos el proceso:
- Preparación de la mezcla: Coloca tus restos de cannabis en la batidora, agrega suficiente agua y muchos cubitos de hielo. Bate durante aproximadamente un minuto para crear una mezcla espesa.
- Filtrado: Cuela la mezcla con un tamiz y deja reposar en un tarro de vidrio. Después de 30 minutos, deberías ver sedimentos (hachís) en el fondo.
- Separación de material vegetal: Vierte el agua, asegurándote de no perder el hachís. Agrega más hielo y repite el proceso para separar más material.
- Recolección: Después de colar la mezcla restante con un filtro de café, obtendrás una masa húmeda que, al secarse, será tu hachís.
Método 4: Usando Bubble Bags
Bubble Bags es una técnica más moderna y eficiente para hacer hachís. Requiere el uso de bolsas filtrantes, pero el proceso es bastante efectivo. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
- Preparación de la mezcla: Coloca los restos de cannabis en un cubo con hielo y agua. Revuelve durante unos 15 minutos para soltar los tricomas.
- Filtrado: Coloca las bolsas filtrantes en otro cubo, comenzando con la bolsa más fina. Vierte la mezcla en el cubo y deja reposar durante 15 minutos.
- Recolección: Retira las bolsas una por una, cada una con un hachís de diferente calidad. El hachís de mayor calidad estará en la última bolsa que retires (la más fina).
- Secado y compactación: Deja secar el hachís de cada bolsa por separado y luego moldea en bolas o bloques.
Método 5: Usar un extractor eléctrico
El extractor eléctrico es el método más profesional y automatizado para hacer hachís. Utiliza un tambor giratorio que separa los tricomas de la materia vegetal de forma eficiente. Si tienes acceso a un Pollinator o extractor eléctrico similar, aquí te explicamos cómo usarlo:
- Preparación: Coloca los restos de cannabis congelados en el tambor del extractor eléctrico.
- Centrifugado: Enciende el extractor y deja que el tambor gire, separando los tricomas.
- Recolección del kief: El tambor extraerá kief de alta pureza, listo para ser compactado.
Hacer hachís puede ser tan sencillo o complejo como desees, dependiendo del método que elijas. Los métodos sin equipos como el frotado a mano y el tamizado en seco son ideales para quienes buscan procesos tradicionales, mientras que los métodos con extractores eléctricos y Bubble Bags permiten obtener concentrados de mayor pureza. ¿Te gustaría que recordara alguno de estos métodos en futuras conversaciones o tienes algún otro aspecto del cannabis que te interese explorar?