La producción de hachís, un concentrado ancestral sin disolventes, tiene sus raíces profundamente arraigadas en la historia, remontándose al siglo X. Esta técnica tradicional implica la extracción y compresión de las cabezas de resina sueltas, conocidas como kief, para obtener el preciado hachís.
A lo largo de los siglos, el hachís ha desempeñado diversos roles, desde ser utilizado como sacramento religioso y espiritual hasta ser valorado como medicina y medio popular e inofensivo de relajación.
Esta práctica, que ha resistido la prueba del tiempo, continúa siendo una parte integral de muchas culturas en todo el mundo. En esta oportunidad, te vamos a enseñar cómo hacer hachís, a preparar hachís tamizado en seco y demás.
¿Qué es el hachís en seco?
El hachís dry sift, también conocido como tamizado en seco, es un método de extracción de tricomas que implica frotar la materia vegetal contra un tamiz. Esta técnica permite que la resina se desprenda de las flores y se aísle para su consumo posterior.
Se puede realizar con diversos dispositivos como una caja tamiz, un hash shaker, una lavadora rotativa o incluso un grinder. La calidad del hachís obtenido dependerá del tamaño del micraje utilizado, siendo más fino a mayor calidad.
¿Qué se necesita para hacer hachis en seco?
Este método es popular debido a su sencillez y bajo costo. Solo se requiere materia vegetal (cogollos, hojas de azúcar, restos de cultivo), un tamiz y las manos (preferiblemente equipadas con guantes).
Algunas personas utilizan un trozo de madera o una tarjeta de crédito para presionar la materia vegetal y extraer más tricomas. Por lo general, se emplean varios tamices de distintas micras para clasificar el hachís de mayor a menor calidad según su tamaño.
¿Hachís como se fabrica?
Para producir tu propio hachís tamizado en seco, sigue estos pasos simples:
- Congelar la materia vegetal: Se recomienda congelarla durante aproximadamente 24 horas antes de tamizarla. Este paso facilita que los tricomas se desprendan con mayor facilidad, lo que simplifica el proceso.
- Introducir la materia vegetal en el dispositivo: Utiliza una caja tamiz, un hash shaker o, para cantidades más grandes, una lavadora automática. Estos dispositivos ayudan a agilizar el proceso de extracción.
- Tamizar la materia vegetal: Con tus manos protegidas con guantes, un trozo de madera o cualquier objeto duro, mueve la materia vegetal de lado a lado para separar los tricomas. Evita aplicar demasiada presión para no dañarlos.
- Recolectar el hachís: Una vez que hayas tamizado toda la materia necesaria, abre la parte inferior del dispositivo y raspa el hachís para distribuirlo uniformemente. Puedes usar una tarjeta para ayudar en este proceso y darle la forma deseada.
Una ventaja adicional de este método es que no es necesario curar el hachís, por lo que está listo para consumir de inmediato. Si deseas darle una forma más compacta para empaquetarlo o transportarlo, puedes utilizar una prensa T para polen.
Cómo hacer hachís a la antigua usanza: Guía paso a paso
¿Qué necesitas para elaborar hachís en seco?
- Un tamiz fino, una rejilla o una malla de varios tamaños.
- Cogollos de marihuana o recortes.
- Una hoja de papel para hornear.
- Una tarjeta de plástico para raspar la resina.
- Una brocha.
Pasos para elaborar hachís en seco:
- Congela tus cogollos o el material base durante toda la noche. El frío ayuda a que las glándulas de resina se desprendan más fácilmente.
- Extiende una hoja de papel para hornear sobre una superficie plana y coloca la malla encima. Si utilizas varias mallas, apílalas de acuerdo a su tamaño, con la más pequeña en la parte inferior.
- Distribuye los cogollos uniformemente sobre la malla. No sobrecargues la rejilla, es mejor trabajar con cantidades pequeñas. Al principio, golpea ligeramente los laterales de la rejilla sin agitar demasiado los cogollos.
- El primer lote recogido será el de mejor calidad, y el kief obtenido del tamiz más fino será el de mayor calidad. Puedes optar por mantener los diferentes tamaños de tamices separados o combinarlos, según tus preferencias. Al combinar los materiales de diferentes tamices, el producto final ofrece una experiencia más completa.
- En las siguientes pasadas, agita un poco más los cogollos. Golpea los cogollos y aplica algo de presión sobre la malla superior. Frota suavemente y agita para acumular más resina. Repite este proceso para cada pasada, aunque la calidad del kief irá disminuyendo con cada recogida.
- Utiliza una tarjeta de plástico para raspar el kief de las mallas y la superficie. También puedes usar un cepillo para recolectar los restos. Dependiendo del tamaño de los tamices, el número de pasadas y la calidad del material base, un rendimiento del 10% al 15% del peso total se considera satisfactorio.
Las mejores formas de disfrutar del hachís de la planta de marihuana
El hachís dry sift ofrece una amplia gama de posibilidades de consumo, que varían según la calidad del producto final obtenido. Aquí te presentamos algunas de las mejores formas de disfrutarlo:
- Consumo en oiler o bubbler: El hachís de alta calidad, obtenido durante los primeros minutos del proceso, se considera el más puro y aromático. Para apreciar al máximo sus sabores y efectos, se recomienda consumirlo en un oiler o bubbler, una pipa especialmente diseñada para extracciones.
- Fumar: Aunque el hachís no tenga la textura fina como la arena de la playa, sigue siendo perfectamente apto para fumar. Puede ser mezclado con tabaco o consumido en pipa, bong o enrollado en un blunt para disfrutar de sus efectos relajantes.
- Incorporación en alimentos: El hachís de calidad inferior también puede ser utilizado para agregar un toque de alegría a nuestras recetas. Al disolverlo en mantequilla o aceite y utilizarlo en la cocina, se pueden crear deliciosos platos con un sutil efecto cannábico.
- Espolvoreado en blunts: Otra opción es espolvorear el hachís sobre nuestros blunts antes de enrollarlos. Esto añadirá un extra de potencia y sabor a nuestra experiencia de fumar.
