La planta de cannabis es un paraíso en donde podrás encontrar desde los tricomas hasta los terpenos, pasando por la flor misma. Verás que hay muchos elementos en la planta de cannabis que puedes usar pero ¿alguna vez te preguntaste qué puedes hacer con el tallo de la marihuana?
En primer lugar hay que afirmar que el tallo de la marihuana no es basura. Sabemos que tiene una mala reputación, sobre todo porque no contiene tricomas y, al no tenerlos, significa que no tiene THC y no te colocará. Es por esto que para algunos consumidores de cannabis, el tallo de marihuanas no tiene ninguna utilidad y a menudo se tira a la basura. Sin embargo, la cosa es distinta.
¿Puedo fumar el tallo de la marihuana?
Antes de preguntar si puedes fumar los tallos, debes tener en cuenta que contienen muy poco THC, el cual es el cannabinoide responsable de que exprimentes el famoso “subidón” al fumar. Entonces, ¿se puede fumar el tallo de una planta?
Puedes, pero no deberías, ya que fumar tallos no te va a colocar. Al contrario, fumar el tallo de marihuana te aportará mucho más riesgo que recompensa, ya que es más probable que empieces a toser en exceso o que te duela la garganta si es que le añades tallos a la mezcla.
Ten en cuenta que fumar el tallo quebrado marihuana no mejorará el sabor de la calada y sólo servirá para que introduzcas en tus pulmones más material vegetal, que puede ser potencialmente hostil y desagradable. Tu experiencia no mejorará.
¿Puedo consumir los tallos de marihuana de otras maneras?
Teniendo en cuenta lo que dijimos en el apartado anterior, lo ideal sería que no muelas los tallos y los añadas al bong. Entonces, ¿para que sirve el tallo?
Lo increíble del tallo marihuana es que lo puedes usar para hacer otras preparaciones, comestibles o no, que pueden darte una experiencia diferente. A continuación te contamos algunas de las diferentes formas en que lo puedes usar y, de esta manera, aprovechar sus aceites esenciales:
Té de tallo de marihuana
A muchas personas les gusta tomar te de cannabis, pero también, a una gran cantidad jamás se le ocurrió preparar un té con el tallo. Debemos advertirte: el té de tallo de marihuana será lo más facil que prepararás alguna vez en tu vida, además se puede aderezar para que sea súper sabroso, con cuerpo y nutritivo.
Para hacerlo lo ideal es que te asegures de elegir una variedad que sea lo más potente posible, ya que, como sabrás, los tallos pueden llegar a tener un contenido de THC mucho menor que la flor de cannabis. En cuanto termines de preparar la bebida, podrás darle un toque diferente al añadirle algunos sabores adicionales como miel, limón, azúcar sin refinar u otro saquito de té de tu sabor favorito.
Manteca o aceite de cannabis
¿No quieres fumar las partes del tallo? Entonces aprovecha para comerlos, especialmente si preparas comestibles con regularidad. En el momento en que empieces el proceso de descarboxilación, el cual activará el THC de tu cannabis, tendrás que aprovechar para añadir el tallo de una planta a la mezcla.
No creas que hacer esto aportará demasiada potencia a tus comestibles, pero les añadirá un agradable sabor a cannabis. Además sirve como un excelente auxilio en caso de que tengas poca flor pero necesites desesperadamente algunos comestibles.
Tópicos de cannabis
Al igual que ocurre con los comestibles, puedes infundir el tallo marihuana partido sobrantes en una receta, que puedes hacer en casa, para un tópico de cannabis. Esta alternativa es ideal para aquellas personas que quieren utilizar el cannabis para tratar problemas de la piel, dolor crónico y demás.
Cuando creas un tópico de cannabis, que será increíblemente similar a la infusión de aceite de coco con cannabis, simplemente deberás añadir un poco de cera de abeja y unas gotas de aceites esenciales de tu elección. Al igual que con los comestibles, sólo tienes que introducir tus tallos en el proceso de descarboxilación.
Kief
Si eres un experto en el consumo de cannabis, entonces ya conocerás las maravillas del kief.
El kief son los cristales de cannabis, los cuales también son conocidos como tricomas resinosos, que se acumulan en el momento en que se muele la flor. Lo increíble del kief es que es muy práctico, sobre todo si tienes poca flor.
Es muy fácil empezar a raspar el fondo de tu picador para poder obtener una buena pila de kief. Además puedes hacerlo tu mismo gracias a las diferentes funciones del tallo. Para ellos solo tendrás que desmenuzar los tallos lo más pequeño posible y meterlos en una bolsa de plástico cerrada.
Guardarás la bolsa en el freezer, e irás añadiendo más tallos a medida que vayan apareciendo y agitando la bolsa con fuerza cada vez. Verás que con cada sacudida, esos cristales congelados se desprenderán de los tallos. Lento pero seguro, tu kief se apilará igual que en tu picador, ¡listo para ser utilizado!
Papel de cáñamo
Puede que no sea tan conocido pero el papel de cáñamo tiene su fama. De hecho, fue increíblemente popular hasta los años 30, cuando todo lo que tiene que ver con el cannabis se estigmatizó cada vez más en los EEUU y el resto del mundo. Ya sabemos que se llama cáñamo, pero si no lo tienes, puedes optar por usar tallo de marihuana y fabricar fácilmente un papel.
Simplemente deberás utilizar una licuadora para combinar una cantidad igual de tallos de marihuana y papel normal. Tendrás que asegúrarte de añadir agua, la suficiente para que se mezclen fácilmente. En el momento en que la mezcla esté lo más homogénea posible, deberás verterla sobre una cuba para hacer papel.
Una vez que hayas extendido la mezcla de manera uniforme sobre la cuba, tendrás que agitar suavemente la superficie hasta que la pulpa se distribuya uniformemente. Deja que esta se seque y escurra durante unas 24-36 horas, y luego despega el papel con cuidado y cuélgalo para que se seque del todo.
Mecha de cáñamo
Hay quienes saben y son conscientes de que hay efectos negativos para la salud si usan un encendedor (humos de butano), por lo que las mechas de cáñamo son una gran alternativa, menos dañina, y puedes crear las tuyas propias fácilmente usando tallo marihuana.
Para ello, vas a tener que desprender los tallos con unas tijeras o una cuchilla hasta que tengas unas fibras largas y fibrosas. Luego deberás retorcerlas fuertemente unas con otras hasta que se empiece a formar una cuerda, doblando y retorciendo con fuerza. Una vez que hayas logrado retorcer lo suficiente hasta que no puedas más, deberás sumerger la cuerda en un poco de cera de abeja y déjala secar.
