La elección entre cultivar cannabis en interior o exterior es una de las primeras decisiones que enfrentan los cultivadores, ya que cada método ofrece ventajas y desafíos únicos. Las diferencias entre el cannabis de interior y de exterior abarcan desde el control del entorno y los tiempos de cosecha, hasta el tamaño de la planta, la potencia de los cogollos y, en muchos casos, hasta el perfil de sabor y aroma.

Entender las particularidades de cada método es clave para obtener la mejor calidad y rendimiento según los objetivos del cultivador. Desde el sabor y la potencia hasta el costo y la sostenibilidad, tanto el cannabis de interior como el de exterior tienen características que los distinguen, adaptándose mejor a diferentes tipos de usuarios.

Diferencias de color entre el cannabis de interior y exterior

Uno de los primeros detalles visibles entre el cogollo de marihuanas cultivado en interior y en exterior es el color de sus flores. Generalmente, las flores de marihuana cultivadas en exterior muestran tonos de verde más oscuro que sus contrapartes de interior. Estas plantas, al estar expuestas al sol directo, fuertes vientos y lluvias intensas durante la temporada de cultivo, suelen desarrollar un aspecto más desgastado o “tostado” que tiende a decolorarse un poco con el tiempo.

El color verde de la planta de marihuana se debe a la clorofila, un pigmento clave en el proceso fotosintético. No obstante, algunas variedades tienen altos niveles de antocianinas, un grupo de pigmentos que puede hacer que las flores adquieran tonalidades púrpuras o rojizas.

Aunque la genética es el principal factor que determina la aparición de estos pigmentos, las temperaturas frías durante la noche, más comunes en el exterior, pueden intensificar el color de las antocianinas, generando matices aún más oscuros y llamativos.

Por lo tanto, mientras que las plantas de interior suelen verse más uniformes y brillantes, las de exterior exhiben una gama más amplia de tonos que también refleja su adaptación al entorno natural.

Diferencias de tamaño entre el cannabis de interior y exterior

El tamaño del cogollo de marihuanas es una de las características más evidentes para diferenciar el cannabis cultivado en interior del de exterior. En general, las plantas de exterior suelen ser más grandes que sus equivalentes de interior. Esto ocurre porque las plantas al aire libre tienen espacio suficiente para expandir sus raíces en el suelo y extender sus copas bajo la luz solar.

Un sistema de raíces amplio permite que las plantas de exterior absorban más nutrientes, impulsando el crecimiento de hojas de abanico grandes que optimizan la fotosíntesis. Gracias a estas condiciones naturales, las plantas de exterior suelen desarrollar cogollos más grandes y robustos.

¿Qué pasa con los tallos y las ramas de la planta de marihuana macho y hembra?

Además, es común notar diferencias en los tallos y ramas. Las plantas de exterior desarrollan ramas y tallos más gruesos y resistentes que sus contrapartes de interior, adaptándose a factores de estrés como el viento y la lluvia. En cambio, los cogollos de interior tienden a ser más pequeños y compactos debido a las limitaciones de espacio en macetas y armarios de cultivo.

Sin embargo, el tamaño no siempre indica calidad. Las técnicas de cultivo en interior permiten obtener cosechas densas y de alta potencia que, a pesar de ser más pequeñas, igualan la calidad de las flores de exterior en tamaño y potencia.

Así, tanto el cannabis de interior como el de exterior tienen sus propias características únicas, adaptándose al entorno en el que crecen para maximizar su rendimiento y calidad.

Los matices del sabor en el cannabis de exterior vs. interior

Sorprendentemente, el cannabis cultivado al aire libre suele tener un perfil de sabor más profundo y complejo, lleno de sutilezas y sabores intrincados que lo hacen único. Este fenómeno se debe al concepto de “terruño”, una palabra que hace referencia a las características geográficas, como el clima, el tipo de suelo y el entorno en el que se cultiva la planta.

Estas condiciones naturales aportan cualidades específicas al sabor y aroma de cada variedad de cannabis, enriqueciendo sus matices y generando una experiencia más robusta.

En el caso del cannabis, los elementos naturales y las variaciones de temperatura y luz que experimenta la planta al aire libre pueden producir sabores y aromas más pronunciados, que se distinguen fácilmente de los cogollos cultivados en interior.

Un aspecto clave del cannabis

Por otro lado, aunque el cultivo de cannabis en interiores permite un mayor control sobre factores como la temperatura y la humedad, que también influyen en el sabor, el entorno cerrado limita la exposición de la planta a los elementos naturales que en exteriores enriquecen su perfil organoléptico.

Así, el cannabis de exterior ofrece un sabor que refleja la personalidad de la tierra en la que creció, brindando una experiencia única y auténtica para los conocedores.

Diferencias en potencia y efectos del cannabis de exterior vs. interior

La potencia y los efectos del cannabis pueden variar según el método de cultivo, y en el caso del cannabis de exterior, el entorno puede tener un impacto significativo en su perfil químico. Aunque el THC y el CBD son los compuestos más reconocidos, una variedad de terpenos y otros fitoquímicos también contribuyen a los efectos únicos de cada cepa.

Estos terpenos se relacionan sinérgicamente con los cannabinoides, generando lo que se conoce como efecto séquito, que modula y potencia los efectos del cannabis.

La luz solar es uno de los factores que puede marcar la diferencia: los rayos UVB de la luz solar no solo favorecen la síntesis de terpenos, sino también de metabolitos secundarios como el sistema cannabinoide. Este proceso ayuda a la planta a protegerse del estrés ambiental, incluyendo la exposición a los rayos UV, lo que resulta en niveles elevados de THC en muchas plantas cultivadas al aire libre.

Esto significa que las cepas ricas en THC cultivadas bajo luz natural pueden ofrecer efectos intensamente psicoactivos y profundos, una característica que distingue al cannabis de exterior por su potencia y perfil de efectos único.

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