¿Qué significa ser vegano?
Ser vegano significa no usar ni comer productos que provengan de animales. Esto también incluye evitar cualquier subproducto animal comestible o consumible, y negarse a usar o comprar cualquier tipo de productos derivados de animales, incluyendo ropa, carteras, joyas, entre otros.
¿El cannabis es vegano?
El cannabis es una planta, y eso debería significar que no tiene ningún producto animal pero puede no ser exactamente así.
La mayoría de los fertilizantes recomendados utilizados durante las diferentes fase de cultivo de la planta de cannabis contienen nutrientes derivados de animales. Entonces, si bien es posible que no fumemos partes de animales directamente, el producto final que se está inhalando puede haber crecido gracias a la ayuda de derivados animales que se encuentran en los fertilizantes. Técnicamente, esto significa que la marihuana cultivada de esa manera no es 100 % vegana. Es extremadamente difícil averiguar exactamente qué fertilizante utilizan los cultivadores que trabajan en la industria del cannabis, por eso, si lo que buscas en un cultivo vegano, lo mejor es hacerlo uno mismo.
¿Qué es el cannabis vegano?
Entonces, ¿qué es hace que la marihuana sea vegana y cómo podemos cultivarla? Lo primero sería dejar de utilizar cualquier uso de fertilizantes que tengan o usen productos animales en el proceso de crecimiento y cultivo de nuestras plantas.
Esto no es tan simple ya que la gran mayoría de los fertilizantes comúnmente utilizados contienen una amplia gama de fuentes animales, como sangre de cerdo y pollo, gusanos, harina de huesos y diversos tipos de estiércol o guano. Hay una razón por la cual todos los fertilizantes altamente recomendados usan estos productos y es porque funcionan muy bien.
Puede ser bastante difícil conseguir un fertilizante que no tenga ninguno de estos ingredientes pero es posible.
¿Cómo hacer nutrientes veganos caseros?
La mejor manera de controlar de que se alimentan tus plantas de marihuana es hacer tu propio compost. Esto se puede hacer usando una variedad de elementos que probablemente tiramos a la basura de manera regular, por lo que no cuesta mucho encontrarlos. Estos son algunos de los elementos veganos que podemos utilizar en el compost:
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Semillas
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Desechos vegetales
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Cáscaras y desperdicios de frutas
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Granos
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Hebras de té
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Dolomita
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Polvo de roca
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Ceniza de madera
La harina de alfalfa es un sustituto a base de plantas de la harina de sangre, que se suele agregar a los fertilizantes industriales para aumentar el nitrógeno en el suelo. Uno de los métodos veganos más populares es usar un buen té de compost, hecho remojando compost en agua aireada para obtener un fertilizante extremadamente rico en nutrientes.
Los fertilizantes veganos también aumentan la biodisponibilidad de una planta, que se refiere a la cantidad de nutrientes que puede absorber. El suelo recibe el fertilizante “regular” como una sustancia extraña, pero los nutrientes orgánicos se asemejan más a las formas de nutrientes a los que las plantas estarían expuestas en su entorno natural, y son absorbidos más fácilmente por la planta, dejando un suelo más rico y fértil.
¿El cannabis vegano sabe diferente?
En teoría, sí. Se dice que la marihuana vegana es mucho más limpia que la marihuana no vegana, ya que tiene muchos menos residuos al fumarla. Gracias a la reducción de los fertilizantes industriales, la marihuana vegana suele ser más suave y no hace toser tanto.
Cada ves más variedades veganas de cannabis están ganando premios por sus riquísimos y destacados sabores.
¿Cuántos tipos de plantas de cannabis hay?
Existen varias variedades y tipos de plantas de cannabis, cada una con características distintas. Estas variedades se clasifican en función de su genética y sus características de crecimiento, así como de los cannabinoides y terpenos que producen. Aunque hay muchas cepas diferentes de cannabis, se pueden destacar tres tipos principales:
Cannabis Sativa:
Es una variedad de cannabis que tiende a crecer alto y delgado, con hojas largas y delgadas. Las plantas de cannabis Sativa suelen tener un periodo de floración más largo y pueden alcanzar alturas considerables. Se asocian con efectos más energizantes y eufóricos.
Cannabis Indica:
Es una variedad de cannabis que suele ser más baja y compacta, con hojas más anchas y densas. Las plantas de cannabis Indica tienen un periodo de floración más corto y suelen ser más resistentes. Se asocian con efectos más relajantes y sedantes.
Cannabis Ruderalis:
Es una variedad de cannabis menos común que se encuentra principalmente en regiones del norte. Se caracteriza por su resistencia y su capacidad de florecer independientemente del fotoperiodo. A menudo se utiliza en cruces con otras variedades para crear plantas autoflorecientes.
Cada tipo de planta de cannabis tiene sus propias características y efectos asociados, lo que permite a los cultivadores y consumidores elegir la variedad que mejor se adapte a sus preferencias y necesidades.
¿Cómo cultivar marihuana?
El cultivo de marihuana puede realizarse tanto en interiores como en exteriores, y requiere de ciertos cuidados y condiciones adecuadas para obtener plantas sanas y de calidad. A continuación, se presentan los pasos básicos para cultivar marihuana:
1- Elección de la ubicación:
Decidir si cultivarás en interior o exterior. Si optas por el cultivo en interior, necesitarás un espacio adecuado con suficiente iluminación, ventilación y control de temperatura. En caso de cultivar en exterior, elige un lugar con suficiente luz solar directa y un suelo rico en nutrientes.
2- Selección de semillas:
Elige semillas de calidad y de una variedad que se adapte a tus preferencias y necesidades. Existen diferentes cepas con características específicas en cuanto a efectos, sabor y rendimiento.
3- Germinación:
Se puede germinar las semillas colocándolas entre dos hojas de papel de cocina humedecido hasta que broten las raíces o utilizando otros métodos como el agua o jiffys.
4- Preparación del medio de cultivo:
Prepara el sustrato o medio de cultivo adecuado para tus plantas. Puedes utilizar tierra, mezclas de turba o coco, o sistemas hidropónicos, dependiendo de tus preferencias y experiencia.
5- Plantación:
Transplanta las plántulas germinadas al medio de cultivo elegido, asegurándote de colocarlas a la profundidad adecuada y proporcionando un espacio suficiente entre cada planta.
6- Iluminación:
Proporciona iluminación adecuada para el crecimiento y la floración de las plantas. En el cultivo en interior, se suelen utilizar luces artificiales como lámparas de sodio de alta presión (HPS) o luces LED diseñadas para el cultivo de marihuana.
7- Riego y alimentación:
Mantén un equilibrio adecuado de riego, evitando el exceso o la falta de agua. Proporciona nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, así como micronutrientes, de acuerdo con las etapas de crecimiento de las plantas.
8- Control de plagas y enfermedades:
Realiza un monitoreo constante de tus plantas para detectar y tratar cualquier plaga o enfermedad que pueda afectarlas. Utiliza métodos orgánicos o productos específicos para el control de plagas, siguiendo las recomendaciones del fabricante.
9- Floración y cosecha:
Controla el fotoperiodo para que las plantas pasen a la fase de floración cuando corresponda. Durante esta etapa, las plantas desarrollarán cogollos que deberás cosechar cuando estén maduros, generalmente cuando los pelos y los tricomas estén en su punto óptimo.
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