En la última década, el debate sobre el consumo de marihuana ha ganado una relevancia sin precedentes, especialmente en el contexto de su impacto en la salud de los niños y adolescentes. A medida que la legalización y la aceptación social de la marihuana crecen en diversas partes del mundo, surge una preocupación significativa en torno a cómo esta sustancia puede afectar el desarrollo físico, mental y emocional de la población más joven.

¿Es todo lo mismo?

Aunque en conversaciones informales o noticias aún se mencionan diversos nombres, el término «cannabis» prevalece como la denominación más común para las sustancias derivadas de la planta de cannabis sativa.

A pesar de que el término «marihuana» se utiliza a menudo de manera intercambiable con «cannabis», existe una distinción técnica. La marihuana se refiere, en términos generales, a cualquier parte de la planta (o producto) con niveles significativos de tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto responsable de los efectos psicoactivos asociados al consumo de cannabis.

Es importante señalar que algunas personas evitan el término «marihuana» debido a las preocupaciones relacionadas con las connotaciones negativas y prejuicios antimejicanos asociados con la palabra. Sin embargo, el THC no es el único componente activo presente en el cannabis, ya que existen más de 100 cannabinoides, incluyendo el conocido cannabidiol (CBD).

El hachís, también llamado hash, se elabora a partir de la resina que se encuentra principalmente en los capullos de las flores de cannabis.

Las diferentes formas de cannabis pueden consumirse fumadas, inhaladas a través de pipas de agua o «vapeadas» mediante bolígrafos y otros dispositivos en forma de aerosol. Además, se puede incorporar a alimentos, bebidas o dulces para crear «productos comestibles». Los concentrados o aceites de cannabis también pueden ser inhalados, en un proceso conocido como «dabbing».

Consecuencias del consumo de marihuana en los adolescente

Los efectos de la marihuanas en adolescentes que se van a mencionar van a depender de la cantidad consumida, frecuencia, duración y edad de inicio del consumo.

Rendimiento escolar

Cuando un adolescente o un niño consume marihuana con frecuencia, se pueden producir dificultades académicas y menores perspectivas de éxito universitario y profesional como resultado de dicho consumo. De hecho, los resultados de 48 estudios (en inglés) muestran que los niños que consumen cannabis con regularidad tienen muchas más probabilidades de abandonar la escuela antes de graduarse u obtener un título.

Vías respiratorias

Similar al tabaco, el humo de la marihuana irrita las membranas de la boca, la garganta y los pulmones. De hecho, el humo de la marihuana contiene muchas de las mismas toxinas y sustancias químicas cancerígenas presentes en el humo del tabaco. El consumo de marihuana puede desencadenar bronquitis, provocando tos y producción de mucosidad que pueden interferir con un sueño saludable. Si se pregunta acerca de la seguridad del vapeo, aquí encontrará información sobre los riesgos asociados con el uso de vapeadores en niños.

Sistema nervioso central y pubertad

Alguna de las consecuencias de la marihuanas en adolescentes es que el cerebro de estos se está desarrollando activamente y se seguirá desarrollando hasta aproximadamente los 25 años. Los efectos de la marihuana en el sistema nervioso central pueden dañar el desarrollo del mismo, pudiendo causar:

  • Dificultad para pensar y resolver problemas
  • Problemas con la memoria y el aprendizaje
  • Mala coordinación física y tiempo de reacción
  • Dificultad para enfocarse y mantener la atención

La acumulación de evidencia científica indica que la exposición temprana a la droga aumenta la probabilidad de daño en algunas regiones del cerebro. Varios autores han destacado la alteración de procesos fundamentales como la neurogénesis, la mielinización, la migración de glioblastos y neuroblastos, la conexión entre neuronas y la maduración de sistemas de neurotransmisores.

Estos son elementos esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso central, lo que puede resultar en una recuperación de la salud neuropsicológica que lleva meses, incluso después de suspender el consumo.

Además, el consumo de marihuanas en adolescentes a una edad temprana puede dar lugar a otras alteraciones, como el desarrollo de ginecomastia y la reducción de los niveles circulantes de testosterona en casos de uso crónico (aunque estos se normalizan tras la interrupción del consumo).

En los varones, el consumo también puede afectar la espermatogénesis e inducir impotencia sexual. Cuando la exposición ocurre en la edad prepuberal, se corre el riesgo de retrasar la aparición de la pubertad. Es importante tener en cuenta que la susceptibilidad neuronal en este período de la vida varía de un individuo a otro.

Embarazo adolescente

Es importante tener en cuenta que el THC, el componente activo de la marihuana, tiene la capacidad de atravesar la barrera placentaria, lo que puede resultar perjudicial para el feto durante la gestación. Entonces, cabe preguntarse: ¿que problemas podría tener un bebé de un padre consumidor de maruihuana?

Los efectos negativos de la marihuanas varían según el momento del embarazo en que se produce. En el primer trimestre, se ha observado que la droga provoca una reducción en los niveles de testosterona fetal durante el periodo de diferenciación sexual. Si la exposición ocurre en los trimestres siguientes, se han registrado retrasos en el crecimiento físico del feto y daño teratogénico al cerebro.

Esto afecta el desarrollo neurológico, manifestándose como una significativa disminución del perímetro cefálico al nacer y, posteriormente, dando lugar a diversas expresiones en la niñez y adolescencia, como depresión, ansiedad, problemas de memoria, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y conductas delictivas en la adolescencia, aunque no necesariamente en la vida adulta.

Salud mental

Las consecuencias del consumo de marihuanas en adolescentes han sido asociadas con diversas alteraciones, entre las cuales se incluyen depresión, ansiedad, pensamientos suicidas y trastornos de la personalidad.

Uno de los vínculos más mencionados, aunque aún sujeto a controversias, es la denominada «falta de motivación» o «síndrome amotivacional». Este síndrome se caracteriza por una disminución o ausencia de interés en participar en actividades normalmente gratificantes. Debido al papel crucial que desempeña el sistema endocannabinoide en la regulación del estado de ánimo, es esencial confirmar y comprender de manera clara estas asociaciones antes de aceptarlas definitivamente.

Vida cotidiana

Conducir un auto, andar en patineta, andar en bicicleta o practicar deportes bajo los efectos de las drogas puede provocar accidentes graves. Los adolescentes en este estado también pueden correr más riesgos sexuales, lo que puede derivar en consecuencias a largo plazo.

Adicción

Existe la creencia generalizada de que no es posible volverse adicto al cannabis, pero las investigaciones nos dicen lo contrario. Alrededor del 9% de todas las personas que consumen cannabis desarrollan un trastorno por uso de sustancias con cannabis, pero para quienes comienzan en la adolescencia, la tasa aumenta al 17%.

El trastorno por uso de sustancias ocurre el joven no puede dejar de consumir dicha sustancia, aun cuando experimenta consecuencias negativas o quiere dejar de fumar. Más del 55% de los niños entre 12 y 17 años que buscan tratamiento para el trastorno por uso de sustancias son adictos al cannabis.

Medicamentos a base de cannabis para niños con problemas de salud graves

Se ha comprobado que el Epidiolex, un fármaco que contiene una forma purificada de cannabidiol (CBD), es eficaz para controlar las convulsiones provocadas por el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet.

Luego de extensas pruebas, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de Epidolex para niños a partir de los 2 años. El dronabinol y la nabilona son medicamentos a base de THC aprobados por la FDA para el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia.

Nuestra esperanza es que, con la investigación continua, la FDA desarrolle, pruebe y revise más productos farmacéuticos a base de cannabis

Conclusiones del consumo de marihuanas en adolescentes

Los jóvenes depositan su confianza en sus cuidadores para garantizar su seguridad y bienestar.

En un contexto donde las actitudes y las leyes respecto al cannabis están evolucionando, la American Academy of Pediatrics AAP insta a los padres y cuidadores a asumir un papel activo como defensores de los jóvenes, a inquirir conocimientos sobre los efectos positivos y negativos de la marihuana. Informarse sobre los hechos, fomentar un diálogo abierto con los hijos y, en caso de preocupación sobre el consumo de cannabis, buscar orientación y apoyo de su pediatra son pasos fundamentales para cumplir con esta responsabilidad.

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