Los cannabinoides, compuestos activos presentes en la marihuana, interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo, que es esencial para regular diversas funciones fisiológicas y cognitivas.
En el cerebro de los niños y adolescentes, este sistema aún está en desarrollo, lo que hace que la influencia de los cannabinoides sea particularmente significativa y potencialmente riesgosa.
Además, hay preocupaciones sobre posibles impactos a largo plazo en el desarrollo neurológico y el comportamiento. En esta ocasión, exploraremos cómo los cannabinoides afectan el cerebro de los jóvenes y las implicaciones de su uso en esta población vulnerable.
Cannabis medicinal en la pediatría
El uso de cannabis medicinal en el tratamiento de niños es un tema de creciente interés y controversia. Los cannabinoides, los compuestos activos del cannabis, pueden atravesar la barrera placentaria durante el embarazo, lo que puede afectar el neurodesarrollo del feto.
Estudios han demostrado que la exposición prenatal al cannabis se asocia con hiperactividad, impulsividad y dificultades de atención en la niñez. Los efectos tóxicos de los cannabinoides pueden ser más pronunciados en niños que en adultos debido a su sistema nervioso en desarrollo.
En niños, incluso dosis pequeñas de marihuana pueden generar una variedad de síntomas, incluyendo ataxia, somnolencia, letargo, alteración del estado mental y obnubilación. Aunque raramente, algunos pacientes pediátricos pueden experimentar efectos adversos graves como apnea, cianosis, bradicardia, hipotonía y opistótonos.
Medicina canabica en niños: ¿Qué se dice en la actualidad?
Actualmente, la evidencia más sólida sobre el uso de cannabis medicinal en niños se centra en el tratamiento de la epilepsia refractaria, específicamente en el Síndrome de Dravet y el Síndrome de Lennox-Gastaut, utilizando cannabidiol (CBD) puro sin trazas de otros cannabinoides.
Sin embargo, la evidencia para el tratamiento de otros trastornos del desarrollo en niños, como el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), es limitada y proviene principalmente de series de casos o casos aislados.
Estos tratamientos han ganado popularidad en las redes sociales, lo que ha llevado a un incremento del riesgo de exposición accidental debido a la disponibilidad de distintas formas de cannabinoides.
En resumen, aunque el cannabis medicinal puede ofrecer beneficios para ciertos trastornos pediátricos, su uso debe ser cuidadosamente evaluado y monitoreado debido a los riesgos potenciales y la limitada evidencia científica disponible.
Usos del cannabis medicinal
El cannabis medicinal y sus cannabinoides han sido objeto de numerosas investigaciones y debates, especialmente en términos de sus aplicaciones médicas y su regulación. A continuación, se detallan los usos médicos aprobados y las precauciones necesarias para su administración.
Medicamentos con THC Aprobados por la FDA
Algunos medicamentos que contienen tetrahidrocannabinol (THC) o sus derivados han sido aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para indicaciones específicas. Estos medicamentos se utilizan principalmente para tratar las náuseas y los vómitos asociados con la quimioterapia y la anorexia en pacientes con SIDA.
Es importante destacar que estos medicamentos deben ser prescritos por un médico y no están aprobados para pacientes menores de 18 años. Además, los productos que contienen THC no son legales para los niños en ningún estado de EE.UU., lo que limita significativamente la investigación sobre su uso en la población pediátrica.
Epidiolex y el uso de CBD
Un avance significativo en el uso de la marihuana medicinal es el desarrollo de Epidiolex, un medicamento que contiene cannabidiol (CBD) purificado. Epidiolex ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de las convulsiones asociadas con dos condiciones raras: el síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet. Este medicamento es actualmente el único producto de CBD aprobado y regulado por la FDA.
Fuera de Epidiolex, no existen otras formas de CBD aprobadas por la FDA. Sin embargo, el CBD está disponible sin receta en diversas formas, como aceites, gomitas y parches. La pureza y la cantidad de CBD en estos productos pueden variar considerablemente, y algunos pueden contener pequeñas cantidades de THC, lo cual no se recomienda para los niños.
Además, el CBD puede tener efectos adversos, incluyendo la interferencia con el metabolismo de varios medicamentos recetados. Los ensayos clínicos de Epidiolex han mostrado que el CBD puede ser tóxico para el hígado en algunos pacientes.
Cannabis medicinal: su seguridad en niños
A pesar de la disponibilidad de productos de CBD, su uso en niños sigue siendo controversial y carece de respaldo científico sólido. Algunos padres utilizan CBD para tratar diversas afecciones en sus hijos, pero no existen estudios concluyentes que apoyen su eficacia y seguridad.
Aunque hay alguna evidencia de que el CBD puede ser útil para tratar la ansiedad en adultos, esto no ha sido estudiado extensamente en niños. Un estudio sugirió que el CBD podría ayudar a reducir los síntomas en niños con formas severas de autismo, pero este estudio no incluyó un grupo de control, lo que limita la validez de sus resultados.
Es fundamental realizar más investigaciones antes de recomendar el CBD para niños.
Recomendación de la Academia Americana de Pediatría
La Academia Americana de Pediatría (AAP) no apoya el uso de productos de marihuana medicinal fuera del proceso de regulación de la FDA. La AAP respalda el cambio de la clasificación de la marihuana por parte de la Administración para el Control de Drogas (DEA) a la Lista II, lo que facilitaría la realización de más investigaciones. Además, la AAP no recomienda la administración de ninguna droga a través del tabaquismo debido a los riesgos asociados.
Conclusión
El uso de cannabis medicinal, especialmente el CBD, muestra promesas en el tratamiento de la epilepsia refractaria y los vómitos inducidos por quimioterapia. Sin embargo, es crucial que cualquier tratamiento sea supervisado por profesionales médicos debido a las posibles interacciones y efectos adversos. La investigación continua es esencial para entender completamente las aplicaciones y limitaciones del cannabis medicinal en la población pediátrica.