Saber como armar un porro es una habilidad que muchos aficionados al cannabis perfeccionan con el tiempo, pero hacerlo en un auto en movimiento presenta un conjunto único de desafíos. Desde la falta de estabilidad hasta el espacio limitado, la tarea requiere una combinación de destreza, precaución y creatividad.

En esta guía, te ofrecemos una serie de tips y técnicas para que puedas armar un porro de manera eficiente y segura mientras viajas en un vehículo en movimiento. Ya sea que estés en un viaje largo por carretera o simplemente de paseo, estos consejos te ayudarán a disfrutar de tu experiencia sin inconvenientes.

¿Que se necesita para armar un porro?

Antes de empezar con las instrucciones, aquí tienes una lista de lo que vas a necesitar:

  • Tu variedad de hierba favorita
  • Papel de fumar
  • Boquilla/filtro
  • Bolígrafo o algo similar, para prensar el porro
  • Grinder
  • Bandeja para liar

Pasos para armar un porro

Así que, sin más rodeos, aquí te explicamos cómo liarte un porro normal.

Paso 1: Desmenuzar la marihuana

Si consumes marihuana de primera calidad, en cuanto la sientas entre tus dedos, notarás el dulce aroma que libera. Aunque puede hacerse con las manos, te recomendamos que desmenuces la hierba con un buen grinder para obtener la consistencia adecuada.

De esta manera, ahorras tiempo y evitas que tus dedos se queden demasiado pegajosos para trabajar con el papel más tarde. Debes hacer que el cogollo se convierta en pequeñas partículas, pero no en polvo, lo que permitirá un flujo de aire y una velocidad de combustión ideales.

Paso 2: Preparar un filtro para el porro

Una boquilla es básicamente un filtro para el porro. Algunos fumadores pueden decir que la boquilla es innecesaria u opcional, pero sin duda la recomendamos. Un filtro:

  • Garantiza que el final del porro permanezca abierto
  • Evita que te quemes los dedos o los labios mientras fumas
  • Evita que se caiga el contenido del porro
  • Mantiene la forma del porro bien sólida
  • Aumenta el flujo de aire que pasa a través del porro, proporcionando una fumada más suave

Puedes hacer filtros de cartón o de papel, como el de la mayoría de las tarjetas de visita. Para porros hechos con papel de liar largo, bastará un filtro que mida unos 5,5 x 1,7 cm. También puedes comprar cartón especial para filtros, y muchos papeles de liar te incluyen unos cuantos.

Aunque muchas personas hacen el filtro de papel con forma de cilindro, este método deja un agujero que podría dejar pasar la hierba cuando fumas o incluso hacer que se caiga. Por lo tanto, es útil hacer unos pliegues en forma de acordeón en un extremo antes de enrollar el resto del filtro. Haz tantos pliegues como quieras, manteniendo el ancho deseado para el filtro.

Paso 3: Rellenar el porro

Hay muchos tipos de papeles para liar. Te recomendamos nuestros papeles de cáñamo ecológico porque son finos pero resistentes, y garantizan que el porro arda de manera uniforme y que el aroma de la cepa no se vea afectado. Además, vienen con filtros de cartón incluidos.

Coge el papel de liar y sostenlo de modo que el lado adhesivo quede mirando hacia tus pies y el pliegue quede mirando hacia ti. Dobla el papel suavemente en la dirección opuesta y enróllalo entre tus dedos con cuidado hasta conseguir la forma que necesitas. Coloca la marihuana sobre el papel con una mano, distribuyéndola de forma que quede menos al final, donde irá el filtro.

Cuando el porro esté hecho, deberá tener forma de cono. Los porros rectos son más fáciles de liar, así que también vale para las primeras veces que lo hagas. En última instancia, un porro en forma de cono te ofrecerá una fumada más suave.

Paso 4: Liar el porro

Mientras sostienes el papel donde está la marihuana, empieza a enrollarlo suavemente mientras mueves los dedos de izquierda a derecha para distribuir las partículas de manera uniforme.

Pon el filtro del Paso 2 en un extremo del papel y luego empieza a liar. Asegúrate de que los dedos estén cerca del filtro. Cuanto más juntos estén, mejor. Enrolla el papel hacia adelante y hacia atrás para garantizar que el extremo del papel pase por encima del filtro. ¡Estás a punto de liarte el porro perfecto!

Para que sea un poco más fácil, puedes usar nuestra práctica bandeja de madera para liar. Tiene el tamaño perfecto para liar porros y recogerá cualquier trocito de hierba que se caiga. Así ni siquiera necesitarás una mesa, ya que puedes colocar la bandeja sobre tus piernas.

Paso 5: Pasar la lengua y sellar el porro

Una vez que hayas enrollado lo suficiente como para que aparezca la forma del porro, es hora de cerrarlo y sellarlo. Sigue enrollando entre tus dedos hasta que el papel se tense y el borde se pueda doblar fácilmente con la punta. Enrolla hasta que el lado adhesivo quede metido ligeramente debajo del lado no adhesivo.

Luego, pasa la lengua por toda la parte exterior para que la capa adhesiva selle los laterales y deje el extremo abierto. Asegúrate de plegar y sellar lenta y suavemente a lo largo de todo el porro. Para evitar fumar demasiado papel, puedes quemar lo que sobra cuando esté sellado.

No lo aprietes demasiado, ya que será muy difícil tirar del humo y dar una calada. Sin embargo, si no lo aprietas lo suficiente, se quemará de manera desigual o demasiado rápido.

Paso 6: Prensar el porro

Para garantizar una combustión suave y uniforme, ahora toca prensar el porro. Usa un bolígrafo (o cualquier otro objeto que cumpla la función) para prensar la marihuana cuidadosamente por el extremo abierto. También puedes meter lo que se haya caído durante el proceso, o simplemente guardarlo para otro momento.

Mientras sujetas el porro en posición vertical desde el extremo con filtro, dale unos cuantos golpes suavemente sobre una superficie plana, para compactar la marihuana y empujar el filtro y dejarlo bien sujeto.

Paso 7: Retorcer el extremo del porro

Sella el extremo abierto girando el papel sobrante para que se parezca a una mecha de vela. De esta manera, no hay posibilidad de que se caiga nada de hierba. Si no vas a fumarte el porro en el momento, puedes guardarlo tal y como está.

Cuando lo vayas a fumar, lo encenderás por el extremo enrollado.

Paso 8: Encender y disfrutar

Llegados a este punto, estás listo para disfrutar de tu hierba. Ya no hay nada entre tú y la dulce marihuana que te acabas de liar. Solo te queda encenderla y disfrutarla. El porro sabe mejor nada más encenderlo.

Por lo tanto, intenta fumarlo entero en una sola vez para no tener que encenderlo de nuevo. Encenderlo más de una vez estropea el sabor, y queremos que disfrutes de cada calada para que aproveches al máximo tus cogollos.

Paso 9: Compartir el porro

Para que la experiencia sea todavía mejor, comparte el porro con amigos. No solo evitarás tener que encenderlo de nuevo, sino que tendrás la oportunidad de disfrutar realmente del aroma y los efectos mientras esperas que vuelva tu turno. Por último, es mucho más divertido disfrutar del subidón en compañía, ¡así que ya lo tienes todo para pasar un buen rato!

Siguiendo estos pasos, podrás liarte un porro perfecto, disfrutar de tu marihuana favorita y compartir un buen momento con amigos. ¡A disfrutar!

El impacto del cannabis en la capacidad de conducir: un estudio revelador

En un estudio realizado en 2019 con 790 consumidores de marihuana medicinal, uno de cada cinco admitió haber conducido mientras estaba «muy drogado», y el 56% dijo haber salido a la carretera menos de dos horas después de una dosis. ¿Cómo afecta esto su habilidad para conducir?

Thomas Marcotte, codirector del Centro de Investigación del Cannabis Medicinal de la Universidad de California en San Diego, afirma: “Está claro que el cannabis puede disminuir la capacidad de conducir”. Según las investigaciones, la marihuana interfiere con habilidades vitales para la conducción, como el tiempo de reacción, la concentración mental, la capacidad de permanecer en el carril y la percepción del tiempo y la distancia.

El cannabis aumenta hasta catorce veces el riesgo de sufrir un accidente y duplica las probabilidades de un choque fatal.

Los Riesgos de Conducir Bajo los Efectos del Cannabis

Los peligros de conducir drogado son generalmente aceptados, pero determinar si un conductor está «drogado» sigue siendo un tema de debate. Marcotte explica que, a diferencia del alcohol, no existe una prueba simple, como el alcoholímetro, para determinar si un conductor no está en condiciones de conducir debido a las drogas.

Tampoco hay un consenso sobre la cantidad de cannabis necesaria (o su potencia) para que el conductor sea un peligro al volante. La cantidad de THC en la sangre, el aliento o la saliva no se correlaciona estrechamente con el deterioro de la capacidad para conducir.

Además, depende de la experiencia del usuario con el cannabis y si ha desarrollado tolerancia a sus efectos.

Diferencias entre el THC y el alcohol en la conducción

“El THC no es como el alcohol”, dice Marcotte. «Los niveles de THC en la sangre no tienen mucho que ver con el deterioro de las habilidades del conductor. A diferencia del alcohol, que permanece en el torrente sanguíneo durante horas y se disipa de manera lineal, el THC se absorbe rápidamente en las grasas del cuerpo —incluyendo el cerebro—.

Los niveles de THC en la sangre aumentan y luego bajan considerablemente en 30 a 60 minutos después de fumar o vapear, mientras que los efectos cerebrales del cannabis pueden persistir. Niveles bajos de THC pueden permanecer en la sangre durante horas, días o semanas en consumidores frecuentes, pero pueden no afectar su capacidad de conducir».

Los productos comestibles y la conducción

Marcotte también señala que es aún más difícil establecer la relación entre el nivel de THC en la sangre y el deterioro de la capacidad de conducir en el caso de los productos comestibles. Los efectos en el cerebro aparecen más tarde y duran mucho más que cuando se fuma o se vapea.

Conclusión sobre como armar un porro mientras vas en un vehículo

Conducir bajo los efectos del cannabis es una práctica peligrosa y, aunque es complicado medir exactamente cuándo un conductor está «drogado», los estudios demuestran claramente que el THC afecta negativamente habilidades cruciales para la conducción.

La falta de una prueba sencilla para medir la influencia del THC en la conducción, similar al alcoholímetro para el alcohol, complica aún más la situación. Por tanto, es fundamental que los usuarios de cannabis sean conscientes de estos riesgos y eviten conducir mientras estén bajo sus efectos.

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