Los cannabinoide, compuestos activos presentes en la planta de cannabis, han ganado atención significativa por su potencial terapéutico en una variedad de aplicaciones médicas. Entre sus muchos usos, la dermatología ha emergido como un campo prometedor para la investigación y aplicación de estos compuestos naturales.

El sistema endocannabinoide (ECS), presente en todo el cuerpo humano, juega un papel crucial en la regulación de diversas funciones fisiológicas, incluida la piel. Este sistema, compuesto por receptores cannabinoides (CB1 y CB2), endocannabinoides y enzimas, está implicado en procesos como la inflamación, la proliferación celular y la apoptosis, todos ellos relevantes para la salud de la piel.

El uso de cannabinoides en dermatología se ha explorado en el tratamiento de diversas afecciones cutáneas, tales como la psoriasis, el acné, la dermatitis atópica y la inflamación. Los estudios sugieren que los cannabinoides pueden ayudar a reducir la inflamación, regular la producción de sebo y aliviar la picazón y el dolor.

Uso medicinal de la marihuana en dermatología

La continua y generalizada legalización de los productos de marihuana medicinal está propiciando un incremento en el uso de derivados del cannabis, como el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), para el tratamiento de afecciones dermatológicas.

Este aumento en el uso medicinal de la marihuana plantea un nuevo desafío para los dermatólogos, quienes, según investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington, aún no están plenamente involucrados en las decisiones de uso de estos productos por parte de los consumidores.

Estudios sobre marihuana uso medicinal

En un estudio publicado en la revista Journal of Drugs in Dermatology (JDD), revisado por pares, los investigadores destacan que los consumidores «están interesados y utilizando MCP para indicaciones dermatológicas, más comúnmente para trastornos inflamatorios de la piel».

Sin embargo, señalan que muchos de estos usos no están prescritos por profesionales de la dermatología, lo que subraya la necesidad de que los dermatólogos se familiaricen más con estos productos y sus aplicaciones potenciales.

“El campo de la Dermatología no es una excepción en cuanto a la investigación continua sobre el cannabis medicinal y sus implicaciones en el tratamiento de enfermedades cutáneas inflamatorias y neoplásicas. Por ejemplo, los cannabinoides médicos han sido aprobados en varios estados para tratar afecciones dermatológicas como el lupus cutáneo, el síndrome de la uña y la rótula, la neurofibromatosis y la psoriasis”, resaltan los investigadores.

Adam Friedman, profesor y presidente del Departamento de Dermatología de la Universidad George Washington, afirma: “Este estudio destaca y proporciona evidencia del apoyo del consumidor a productos para el cuidado de la piel. Los consumidores y los pacientes ya están usando MCP para tratar afecciones inflamatorias de la piel, como el acné, la rosácea, la dermatitis atópica y la psoriasis, incluso sin la guía de un dermatólogo”.

¿Que implica el uso medicinal de la marihuana para dermatólogos?

Dado que el uso de MCP está en aumento, es crucial que los dermatólogos reciban formación adecuada sobre estos productos. Esto les permitirá guiar a sus pacientes de manera más efectiva y asegurar que se utilicen de forma segura y beneficiosa.

La integración de MCP en la dermatología tiene el potencial de abrir nuevas vías para el tratamiento de diversas afecciones cutáneas, mejorando la calidad de vida de muchos pacientes.

El cuidado de la piel y la psoriasis: Posibles beneficios del cannabis

La psoriasis es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica común, caracterizada por la hiperproliferación y descamación de queratinocitos, infiltración de células T y neutrófilos, y la activación de células dendríticas y macrófagos.

Aunque la patogénesis de la psoriasis no se comprende por completo, se ha demostrado que la desregulación de células inmunes en la piel, particularmente de células Th1 y Th17, juega un papel crítico en su desarrollo.

A pesar de que actualmente solo existen resultados anecdóticos sobre el uso de preparados de Cannabis sativa L para uso tópico en psoriasis, las posibilidades terapéuticas de los cannabinoides son amplias.

Actúan a través de los receptores CB2 y por mecanismos independientes de los receptores clásicos de cannabinoides, regulando los linfocitos Th1 y Th17 (Derakhshan y Kazemi, 2016). Además, algunos fitocannabinoides inhiben la proliferación de queratinocitos a través de rutas independientes de CB1 y CB2 (Wilkinson y Williamson, 2007).

Dermatitis atópica: Potencial del cannabis en el tratamiento de lesiones

La dermatitis atópica (DA) es la enfermedad inflamatoria crónica más común de la piel, donde la interacción de factores genéticos, ambientales e inmunológicos provoca su inicio y progresión. Los síntomas incluyen sequedad de la piel, eritema, exudación, costras, liquenificación y prurito intenso.

Aunque los preparados parafarmacéuticos a base de aceite de semillas de Cannabis sativa L se comercializan para tratar la DA, el aceite de semilla de cáñamo no contiene cannabinoides ni otros compuestos fenólicos bioactivos, limitando su efecto terapéutico a la hidratación de la piel.

Sin embargo, los estudios preclínicos indican que los cannabinoides tienen un gran potencial terapéutico para la DA. Agonistas selectivos de CB1 inhiben la activación de mastocitos y la liberación de histamina. La aplicación tópica de análogos de la anandamida reduce la inflamación de la piel en modelos animales de DA (Kim et al., 2015).

También se ha demostrado que los agonistas selectivos de CB2 inhiben la reacción inflamatoria cutánea mediada por IgE y el prurito espontáneo en la DA (Maekawa et al., 2006).

Cannabis y enfermedades fibróticas de la piel

La esclerodermia o esclerosis sistémica (SSc) es una enfermedad rara autoinmune caracterizada por la disfunción de fibroblastos, vasculopatía de pequeños vasos y una respuesta inmune con producción de citoquinas proinflamatorias y autoanticuerpos. La SSc se manifiesta con engrosamiento progresivo y fibrosis cutánea.

Evidencias recientes sugieren que la manipulación genética y farmacológica del sistema endocannabinoide modula la respuesta fibrótica. Los receptores CB1 y CB2 muestran patrones diferentes en modelos experimentales de fibrosis dérmica.

La inactivación de CB1 previene la activación de fibroblastos y ejerce un efecto antifibrótico (Marquart et al., 2010), mientras que la activación de CB2 previene la fibrosis cutánea y la infiltración de leucocitos tisulares (Akhmetshina et al., 2009).

Agonistas de PPARγ inhiben la respuesta profibrótica a través de la inhibición de la vía de señalización TGFβ. Agonistas duales de PPARγ/CB2 muestran una potente actividad antiinflamatoria y antifibrótica en modelos experimentales de SSc (Del Río et al., 2016).

Conclusiones sobre marihuana medicinal y cuidado de la piel

La investigación sobre el uso de cannabinoides en el tratamiento de enfermedades dermatológicas está en constante evolución. Los cannabinoides ofrecen prometedoras opciones terapéuticas para condiciones como la psoriasis, la dermatitis atópica y las enfermedades fibróticas de la piel. Sin embargo, es fundamental continuar con estudios clínicos que validen estos resultados preclínicos y aseguren su eficacia y seguridad en humanos.

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