Después de meses de dar a nuestras plantas todos los cuidados que requieren, por fin llega el momento de la cosecha. Sea cual sea la variedad de cannabis que cultives, probablemente vas a querer secarla antes de consumirla. Si bien para muchos puede parecer la fase menos importante, el correcto secado de marihuana es fundamental para disfrutar de la mejor calidad posible, si no tenemos el cuidado necesario con el secado, podemos arruinar nuestros esfuerzos y toda nuestra cosecha,

En nuestras notas sobre secado y curado de cannabis te dimos la información básica sobre cómo secar cogollos recién cortados a la perfección. Pero en esta nota vamos a hablar sobre los errores más comunes que se cometen a la hora de poner manos a obra con nuestros cogollos secos, errores que como decimos, pueden arruinar las flores que llevamos meses cuidando.

Observar de cerca el color de la resina cannabica es fundamental para poder cosechar las plantas en el momento óptimo, con el máximo contenido posible de cannabinoides, terpenos, flavonoides, etc. Durante la floración, este color cambia de transparente a lechoso a medida que las cabezas glandulares de los tricomas se llenan de compuestos, finalizando con un precioso color ámbar.

Normalmente, el mejor momento para la cosecha es con una gran proporción de tricomas lechosos, y algunos con tonos ámbar. En este momento el contenido de cannabinoides y terpenos está en su punto más alto, por lo que el sabor, el aroma y el efecto de los cogollos también estarán en su punto máximo.

Una vez que vemos que estamos en el punto óptimo de cosecha, es el momento de cortar las plantas. Un error común, que puede retrasar el secado de cogollos durante varios días, es recolectar las plantas cuando el sustrato está húmedo, o dicho de otro modo, cuando el contenido de agua dentro de los tejidos de las plantas es máximo. Por lo que si queremos secar correctamente nuestros cogollos en el menor tiempo posible, lo mejor es recolectar las plantas cuando el sustrato lleve al menos un día seco y por tanto su contenido de agua interna sea menor.

De la misma forma, si queremos acelerar el secado de cannabis, lo mejor es podar bien la marihuana antes de colgarla para que se seque. También eliminar todo el tallo que podamos. De esta forma sea a haber menos masa vegetal para, y el proceso de secado de los cogollos va a ser más rápido.

Tanto cuando estamos cortando las plantas como durante el proceso de poda (y también al colgarlas para que se sequen), es muy importante no manipular las flores en exceso. Las cabezas de tricomas, donde se producen y almacenan los diversos compuestos que le dan al cannabis su sabor y subidón, son muy delicadas y pueden romperse fácilmente si tocamos demasiado los cogollos.

De hecho, el charas se elabora frotando manualmente flores frescas para obtener una gruesa capa de resina cannabica (hachís) adherida a las manos. Esto es precisamente lo que queremos evitar si queremos mantener nuestros cogollos en perfectas condiciones.

Una vez que estamos listos para podar, o directamente colgar para secar si queremos podar las flores secas, hay que revisar cuidadosamente cada cogollo en busca de infección, en particular hongos como la botritis o el oídio. Si colgamos una planta a secar con algún tipo de infección por hongos, la infección puede extenderse durante el secado, dejándonos con la desagradable sorpresa de una cosecha infectada y arruinada.

Ya tenemos nuestras flores cortadas, recortadas y listas para secar. No obstante, hay que tener en cuenta que el nivel de humedad relativa en el interior del secadero va a determinar tanto la velocidad del secado como la calidad del mismo. Queremos un secado lento y uniforme, sin picos de temperatura ni de humedad en el interior de la zona de secado, que debería mantenerse lo más constante posible.

La humedad ideal para secar cannabis es del 50-60%. Si es más bajo, es probable que las plantas se sequen demasiado rápido, mientras que si es más alto, pueden surgir problemas con los hongos y el proceso de secado también puede demorar una eternidad.

Como ya mencionamos, además de mantener un nivel de humedad adecuado, es importante evitar que el aire del interior del secadero se estanque. Muchos cultivadores usan su indoor como cuarto de secado, dejando el sistema de ventilación encendido durante el proceso de secado. De esta forma, se consigue una correcta circulación del aire en el interior, y si se instala un filtro de carbón se evita el olor intenso de las plantas.

Al igual que ocurre con la humedad, una temperatura incorrecta puede arruinar nuestras flores, al igual que secarlas a plena luz del día. Las temperaturas superiores a 25 grados pueden secar la planta demasiado rápido, siendo la temperatura ideal unos 18-20 grados centígrados. Por otro lado, si secamos las plantas a la luz esto degradará parte del contenido de los tricomas, reduciendo la calidad final de los cogollos.

Lo ideal es secar las plantas en un lugar relativamente fresco, bien ventilado y oscuro. Así evitaremos muchos de los factores que pueden provocar que el secado reduzca la calidad de nuestra cosecha.

Cómo secar un cogollo recién cortado

dEl cannabis recién cosechado contiene bastante exceso de humedad que debe eliminarse. Así, la pregunta se trata: ¿cómo secar marihuana?

Necesitamos del secado de marihuana para convertir los cogollos recién cortados en la mejor versión de sí mismos. En primer lugar, tienen que secarse en una habitación oscura durante aproximadamente una semana. Cuanto más tiempo los dejes secar, mejor.

Los cogollos secos cumple varias funciones importantes que, en última instancia, mejoran la calidad y prolongan su vida útil. Sin embargo, hay varios factores que van a afectar la duración del tiempo de secado:

-El tamaño de los cogollos

-Cómo es el manicurado las plantas

-La temperatura, humedad y el flujo de aire en el cuarto de secado

Un proceso de secado lento contribuye en gran medida a que las plantas de cannabis conserven un perfil de terpenos más amplio y completo. Secar las plantas durante un período de tiempo más largo también reduce la aspereza que sentimos al fumar, así que lo mejor para tener un fuerte y rico cogollos, es tener paciencia.

Para lograr un buen cogollo como resultado final, vamos a pensar en un tiempo de secado de aproximadamente 7 a 12 días. A medida que los cogollos pierden humedad, su tamaño se reduce gradualmente y comienzan a perder peso.

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