En este caso es la Ciudad de Buenos Aires la que impulsa un proyecto de ley para adherirse a la ley nacional de cannabis medicinal vigente. La Legislatura porteña aparte, quiere regular el autocultivo y permitir la producción industrial de aceites y derivados.

Ya que la ley nacional que se aprobó en el 2017 no contempla el autocultivo, el legislador Leandro Halperín presento este nuevo proyecto que tiene tres ejes principales: habilitar el autocultivo para fines medicinales; la posibilidad de inscribir una asociación para cultivo solidario; y producir derivados como el aceite con venta bajo receta en lugares autorizados.

 

 

Halperín explica que regular el uso de cannabis medicinal le permitirá al estado enfrentar este negocio global, que ya funciona en todo el mundo, más preparados.

Lamentablemente, no asoma la intención de regular el autocultivo con fines recreacionales, ya que uno de los puntos mas fuertes del proyecto es sobre la regulación, y cómo evitar que cualquiera consiga una licencia y la utilice fuera del uso medicinal.

Los argumentos que asociaban el cannabis con los robos, la violencia y la comparaban con otras drogas duras ya fueron derribados por la ciencia. Lo que pide el proyecto es que se trate al cannabis y su cannabinol CBD como un medicamento y se consideren sus propiedades medicinales y paliativas.

 

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