Los 5 errores más comunes a la hora de cultivar

El arte de cómo cultivar marihuana se perfecciona cada vez más, pero todavía muchos cultivadores cometen estos clásicos errores que pueden arruinar tus cosechas En esa instancia, entonces, hay dos preguntas que nos pueden ayudar para sacar lo mejor: ¿cómo queremos nosotros cultivar cannabis? Y ¿qué le hace mal a la planta de marihuana?

1: Demasiada agua.

Uno de los errores comunes que cometen los nuevos cultivadores es darles demasiada agua a las plantas. Demasiada agua hace que las raíces no puedan respirar. Eventualmente, ese exceso de agua puede terminar en la muerte de la planta. Si las plantas muestran síntomas de pudrición de la raíz, como hojas amarillentas, es posible que las estés regando en exceso. En este caso, suspender el riego por unos días.

Para encontrar el equilibrio de agua adecuado para las plantas hay que prestar mucha atención a su apariencia a lo largo del tiempo. Cuando las hojas se ponen un poco marchitas quiere decir que la planta tienen sed.

2: Demasiados nutrientes.

Con la intención de darle la mayor cantidad de nutrientes posibles a las plantas, muchos cultivadores principiantes cometen el error de darles demasiados alimentos y nutrientes. Puede parecer que darle más comida a las plantas va a hacer que sean más saludables, pero de hecho, la sobrealimentación puede ser devastadora para la salud de las plantas.

Los nutrientes orgánicos, incluido el abono, liberan nutrientes lentamente, lo que dificulta la sobrealimentación. Los nutrientes no orgánicos, como los fertilizantes sintéticos, están diseñados para liberar una gran cantidad de nutrientes de manera rápida. Si elegís usarlos, asegurate de seguir las instrucciones y medidas específicas de la etiqueta para obtener los mejores resultados.

La sobrealimentación nos va a dar plantas poco saludables, poca producción a la hora de cosechar, y en el peor de los casos, la muerte de la planta. Lo mejor es empezar con cantidades pequeñas e ir subiendo a medida que la planta lo requiera.

3: Mal clima.

Una de las áreas que los cultivadores pueden controlar es el clima. Esto es importante porque el clima adecuado puede marcar la diferencia.

Las plantas de cannabis tienen un punto óptimo en lo que respecta a la temperatura y la humedad. Las temperaturas demasiado frías o calientes pueden provocar un crecimiento atrofiado o cogollos débiles. Apuntá a temperaturas moderadas, idealmente alrededor de 23/24 grados.

Otra cosa a considerar relacionada con el clima es la humedad. Se puede regular con humidificadores, rejillas de ventilación y deshumidificadores. Dependiendo de la etapa de crecimiento en la que se encuentren la planta, va a ir necesitando diferentes niveles de humedad. Ojo: mucha humedad puede causar moho.

4: Mala calidad del agua.

Los cultivadores más experimentados analizan el equilibrio del pH del agua para asegurarse del nivel de acidez. Regar las plantas con el agua correctamente equilibrada significa que van a poder absorber todos esos nutrientes de calidad del suelo. Los growshops venden productos para medir el nivel de pH del agua y para cambiarlo de ser necesario.

5: Infraestructura deficiente.

El cultivo en interior es cada vez más popular y puede incluir sistemas artesanales para la iluminación, la humedad, el calor y la filtración del aire. Por esto, uno de los errores más comunes de cultivar cannabis pasa en los sistemas eléctricos. Este descuido puede ser terribles, ya que se podría incendiar el cuarto de cultivo.

Acá algunos concejos para cultivar en indoor. Hay que tomar precauciones al diseñar el sistema de cultivo y si es posible, contratar un electricista para asegurarse de que la instalación sea segura para un uso cultivar marihuana en invierno prolongado.

¿Cómo cultivar una planta de marihuana en invierno?

Es cierto que la época ideal para cultivar la gran mayoría de semillas de marihuana es cuando no hace mucho frío y las horas de sol son abundantes, favoreciendo su crecimiento y correcto desarrollo. Sin embargo, las bajas temperaturas no deberían impedirnos cultivar cannabis durante todo el año.

La época más habitual para el cultivo de marihuana suele ser entre la primavera y el verano, ya que son los meses en los que el clima es menos hostil. Pero, el frío no debería ser un impedimento para cultivar marihuana. En épocas de más frío o en países donde el frío está presente casi todo el año, se da lo que comúnmente se conoce como la cosecha de invierno.

Por esto, si algunas de las mejores semillas se aportan desde estos países al mercado cannábico actual, es porque realmente es posible cultivar cannabis en época de frío, teniendo en cuenta que muchas de las genéticas que se pueden encontrar en el mercado de semillas se irisaron en este tipo de climas.

Si partimos de semillas se recomienda germinarlas dentro de casa en cualquier mes de invierno. La germinación se realiza con agua natural, entre 18-22ºC.

Es aconsejable mantener las plántulas en el interior hasta que la masa vegetal sea adecuada. En caso de que sean esquejes, no es necesario sacarlos inmediatamente, podemos hacerlos crecer unos 30 días. En cuanto sacamos nuestras plantas al exterior, lo más normal es que empiecen a florecer, ya que notarán un shock de fotoperíodo.

¿Qué pasa si corto una semana antes los cogollos?

Cortar una planta antes de tiempo significa perder buena parte de su potencial, tanto en sabor como en efectos. Cortarla pasado su punto óptimo hará que también si potencia se vea reducida, aparte de ser de efectos más narcóticos a los que debería.

¿Qué pasa si cosecho tarde los cogollos?

Si cosechas tus plantas demasiado tarde, el THC y el CBD se degradarán convirtiéndose en CBN, por lo que el efecto será más narcótico y pesado (no confundir con el efecto relajado y agradable de la mayoría de las indicas). Incluso, cosechar tarde hará que tu marihuana tenga menos aroma y sabor.